“Es claro que la actividad económica sigue estancada y las expectativas son poco optimistas. En este entorno los pronósticos anticipan que la economía será más débil el próximo año, además del efecto de cautela que propicia el primer año de gobierno”, señala

CIUDAD DE MÉXICO.- El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) explicó que hay una preocupación por el nivel de inflación alcanzada en la primera quincena de julio de 2024, ya que es la más alta para ese periodo desde 1996.

“Un tema que aumenta la preocupación fue el resultado de la inflación durante la primera quincena de julio (de 2024, ya que) los precios al consumidor aumentaron 0.71 por ciento, lo que significó su mayor aumento para el mismo lapso desde 1996”, expresó el órgano asesor del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

El impulso principal de este resultado provino del aumento de 2.32% en los precios del indicador no subyacente, impulsados por el alza de 6.15% en los precios de frutas y verduras, dijo.

De acuerdo con el organismo, la inflación de julio de 2024 fue básicamente consecuencia del incremento de 27.97% en el precio del jitomate, que fue el origen del 26 por ciento de la subida total de los precios e históricamente el más elevado desde que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) inició la publicación de este indicador en 1995.

En la primera quincena de julio de 2024, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una variación de 0.71% respecto a la quincena anterior; con este resultado la inflación general anual en México se colocó en 5.61%, el nivel más alto desde la segunda quincena de mayo de 2023, de acuerdo con la información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Los productos y servicios que en la primera quincena de julio de 2024 aumentaron de precio y tuvieron mayor incidencia en la inflación quincenal fueron: jitomate, gas doméstico LP, cebolla, huevo, aguacate, gasolina de bajo octanaje (Magna), transporte aéreo, electricidad, chayote y naranja.

“Los precios del indicador subyacente aumentaron 0.18 por ciento, impulsados principalmente por el alza de 0.37 por ciento en los precios de servicios”, comentó el CEESP.

Respecto a la misma quincena del año pasado, el indicador general de precios aumentó 5.61 por ciento, lo que significó su segunda quincena consecutiva por arriba del 5 por ciento, señaló el CEESP, instituto encargado de hacer análisis económico a las empresas de primer nivel en México.

Añadió que el mayor dinamismo de los precios se observa en el indicador no subyacente, que tuvieron un incremento anual de 10.64 por ciento.

La inflación anual subyacente fue de 4.02 por ciento, manteniendo su tendencia a la baja, lo que podría ser una buena señal si se considera que este indicador es la principal referencia de la evolución de los precios en la economía al excluir los rubros más volátiles como alimentos y energía, detalló.

“Es claro que la actividad económica sigue estancada y las expectativas son poco optimistas. En este entorno los pronósticos anticipan que la economía será más débil el próximo año, además del efecto de cautela que propicia el primer año de gobierno”, mencionó.

“Es importante acelerar los ajustes necesarios para aprovechar los beneficios que ofrece el entorno internacional frente al nearshoring. Un ambiente seguro y atractivo para la inversión y el emprendimiento es fundamental. Del gobierno depende que haya un buen ambiente de negocios con un sólido estado de derecho”, concluyó el CEESP.