Un número importante de menores tienen como hogar un entorno de constante conflicto, violencia física y emocional, abuso sexual, negligencia severa, o padres con adicciones. Esto llevan a que muchos jóvenes consideren la fuga como su única vía de escape
PLAYAS DE ROSARITO.- La fuga de menores de sus hogares por problemas familiares es un grito silencioso que no podemos ignorar. Cada uno de estos jóvenes representa una vida llena de potencial y sueños que, con el apoyo adecuado de gobierno y ciudadanos, pueden ser rescatados, expresó la CPMI. Lorena Meléndez Yáñez, presidenta de la Fundación Manos Unidas por Rosarito A.C.
Reconoció que un número importante de menores tienen como hogar un entorno de constante conflicto, violencia física y emocional, abuso sexual, negligencia severa, o padres con adicciones. Estas circunstancias llevan a que muchos jóvenes consideren la fuga como su única vía de escape.
“Es muy común que se busque a alguna jovencita desaparecida y después se sabe que se fue con el novio o con amigos porque no estaba a gusto en su casa, porque sufría algún tipo de violencia o abuso; también se dan casos de adolescentes que no se sienten comprendidos y estas circunstancias llevan a que abandonen el hogar.”, señaló Yáñez.
Los menores que optan por esta ruta enfrentan un sinfín de peligros y desafíos en las calles. Sin acceso a recursos básicos como alimentación, vivienda y educación, muchos terminan en situaciones de extrema vulnerabilidad. La explotación laboral, el tráfico de personas y la delincuencia juvenil son solo algunas de las amenazas que acechan a estos jóvenes.
Como parte del Seminario de Prevención y Cultura de la Denuncia que lleva a cabo la Fundación Manos Unidas por Rosarito A.C., en diversas instituciones de educación media superior del Playas de Rosarito, los estudiantes reciben información sobre las consecuencias del abandono del hogar. Personal de la Fiscalía General de Baja California, de la Guardia Nacional y elementos del Ejército Mexicano, participan en este acercamiento con los jóvenes estudiantes.
“Los adolescentes requieren un enfoque integral que involucre a las familias, las instituciones educativas, las organizaciones de la sociedad civil y las políticas públicas. Es esencial fortalecer los sistemas de protección infantil y asegurar mecanismos efectivos para detectar y actuar ante situaciones de riesgo”, enfatizó.
Entre los principales peligros que enfrentan los adolescentes que huyen del hogar, están las adicciones, violencia y vulnerabilidad ante grupos delincuenciales. Las oportunidades de continuar con sus estudios también se reducen. Según el INEGI En 2022, 8.7 % de la población de 6 a 17 años no asistió a la escuela, el 7.4% fue por conflictos familiares.
La presidenta de la Fundación Manos Unidas, Rosarito A.C., recordó a la población que, si un joven enfrenta algún tipo de violencia, abuso o negligencia en el hogar, tiene por derecho la protección del estado. Antes de tomar la decisión de abandonar el hogar, puede pedir ayuda a las autoridades para que lo canalicen a las instituciones de protección correspondientes.
“Ante un abuso, como joven tienes todo el derecho de denunciar, no importa que seas menor de edad, ve y denuncia”, finalizó.