TIJUANA.- Adrián Briseño, es originario de Ciudad Obregón, desde muy joven salió hacia Estados Unidos para tocar música, después de un tiempo el destino lo trajo hacía Tijuana, donde por varios años estuvo rockandoleando como baterista y tocando en grupos de norteño y banda.

Sin embargo, después de la pandemia no logró recuperar su trabajo, además de que por su edad y condición física se volvió más difícil, por eso un día tomó su guitarra vieja, un micrófono y unas bocinas que tenía guardadas para salir a cantar en las calles del centro de Tijuana.

"Llegó el Covid y se vino todo para abajo, no me quedó de otra más que agarrar la guitarra y salir a las calles a cantar, feo, pero con sentimiento", expresó.

Adrián, lleva tres años tocando en las calles, desde baladas viejitas, canciones de Juan Gabriel o Vicente Fernández, pero lo que más le apasiona es el Jazz y la batería, sin embargo no cuenta con los instrumentos, ni un lugar para tocar, además de que para sus 68 años ya es muy difícil.

Además, tiene un bulto que sobresale de su cuello, presuntamente los doctores le han dicho que podría ser un tumor, pero no cuenta con el recurso suficiente para poder atenderse y hacerse la cirugía, tampoco cuenta con familiares que lo puedan apoyar.

Aunque no siente dolor, Adrián espera un día juntar lo suficiente para poder atenderse, ya que le preocupa pueda afectarle gravemente a su salud y le impida seguir trabajando.

A pesar de las dificultades a las que se enfrenta, Adrián, sale casi todos los días a la Avenida Revolución o a la esquina entre la calle 5.ª y Constitución para salir adelante, conseguir unas cuantas monedas para comer y pagar su renta.

"Tengo que comer, tengo que pagar renta, pago 1500 de renta, para unos puede que sea poco, pero para mí es mucho, el dinero es necesario por eso salgo todos los días", expresó.