Existe el riesgo de que los recursos sean invertidos en proyectos del gobierno, que no necesariamente tendrían rendimientos, dice Gabriela Siller, de grupo BASE
CIUDAD DE MÉXICO.- La aprobación de la iniciativa de Morena para reformar varias leyes y crear el Fondo de Pensiones para el Bienestar, al que se le transferirían ahorros administrados por las Afores, representaría un retroceso en el manejo de las pensiones, y un riesgo para los recursos de los trabajadores y para las finanzas públicas, de acuerdo con la directora de análisis económico del grupo financiero BASE, Gabriela Siller.
La iniciativa menciona que los recursos del fondo no podrán utilizarse para contribuir al equilibrio presupuestario; es decir, que no formarán parte de los ingresos públicos y los trabajadores o sus beneficiarios podrían reclamar la devolución de sus recursos a través del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP), pero no se indican los mecanismos para hacerlo, lo que representa un problema para quienes los busquen, expuso la economista en la red social X.
Añadió que si bien la iniciativa, presentada por los diputados Ignacio Mier y Angélica Cisneros, manifiesta que los recursos no podrán utilizarse para contribuir al equilibrio presupuestario, se tiene el riesgo que estos ahorros sean invertidos en proyectos del gobierno, los cuales no necesariamente tendrían un rendimiento financiero positivo.
Siller recordó que los proyectos del gobierno buscan una rentabilidad social y no una rentabilidad financiera, lo que implicaría posibles pérdidas para los trabajadores.
“Lo anterior pone en riesgo los recursos de los trabajadores y presenta la posibilidad de caer en un esquema de pirámide o Ponzi, el cual no es sostenible. Este esquema de pirámide implicaría pagar pensiones con los recursos recién llegados, en lugar de pagar con lo ahorrado por cada trabajador. Este esquema no es sostenible bajo ningún supuesto, más aún con una población que va envejeciendo”, alertó.
Expresó que en la iniciativa se indica que el objetivo es reducir la pobreza en la vejez, la promoción de la igualdad entre los adultos mayores y el fortalecimiento de la economía de esta población al generarse un flujo de ingresos adicional.
Destacó que la propuesta pretende modificar leyes secundarias en torno a las pensiones mediante la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar, un fideicomiso público administrado conjuntamente por el Banco de México (Banxico) y Hacienda, y mediante la modificación de las leyes del IMSS, ISSSTE e Infonavit.
Siller expuso que las modificaciones propuestas implican que cuando los trabajadores del IMSS y el ISSSTE cumplan 70 y 75 años, respectivamente, los saldos que permanezcan en sus cuentas de ahorro para el retiro serían trasladados al Fondo de Pensiones para el Bienestar.
Lo mismo sucedería con los recursos disponibles en las cuentas de Infonavit cuando los trabajadores cumplan 70 años.
Todo esto sin la necesidad de una resolución judicial; sin embargo, la iniciativa aún no detalla en dónde se invertirán los recursos que se transfieran al nuevo fondo.
La iniciativa argumenta que la administración de estos recursos vía el fondo se realizaría de una manera más eficiente, transparente y con menor costo para el derechohabiente, además de que el fondo contará con un comité técnico que deberá emitir las reglas sobre la recepción, administración, inversión, reservas, rendimientos y reinversión de recursos al IMSS.