MEXICALI.- El pasado 5 de abril, la escena internacional se estremeció con la irrupción de la policía ecuatoriana en la embajada de México en Quito, en un intento por capturar al ex vicepresidente fugitivo, Jorge Glas. Este incidente, marcado por presuntas acusaciones de corrupción, generó una ola de descontento y críticas a nivel global. México, como la nación agraviada, ha anunciado su intención de llevar el caso ante la Corte Internacional de Justicia(CIJ), rompiendo lazos diplomáticos con Ecuador e iniciando el exilio de su personal diplomático hacia territorio mexicano.

Ante esta circunstancia, diversos gobiernos alrededor del mundo han expresado su desaprobación hacia Ecuador y su solidaridad con México. Bolivia retiró a su embajador de Quito, mientras que Nicaragua fue un paso más allá al romper relaciones diplomáticas con Ecuador, siguiendo el ejemplo de México. Este movimiento destaca la importancia y el peso de México en la región latinoamericana.

Tanto la Unión Europea como los Estados Unidos han condenado los lamentables hechos y han instado a ambas naciones a buscar una pronta solución a sus disputas.

Pero, ¿qué consecuencias se pueden anticipar de estos acontecimientos? La Dra. Grethel Nevarez, docente de tiempo completo en la Escuela de Administración y Negocios de CETYS Universidad Campus Mexicali, señaló que la denuncia de México ante la CIJ podría desencadenar varias resoluciones:

Se contempla una multa o la exclusión de Ecuador o sus votos de organismos multilaterales como la Organización de Estados Americanos.

Es probable que la CIJ falle en contra de Ecuador, considerando que la invasión de una embajada se interpreta como una violación al derecho internacional.

En el ámbito económico, ya se han percibido repercusiones, dado que México ha suspendido las negociaciones con Ecuador sobre un acuerdo de libre comercio, un paso fundamental para su ingreso al bloque comercial de la Alianza del Pacífico. Las tensiones entre ambas naciones persistirán en los próximos meses, afectando el comercio y la cooperación en materia de migración y seguridad.

"Es poco probable que el presidente mexicano reanude las relaciones diplomáticas con Ecuador a corto plazo. Esto podría resultar políticamente problemático, especialmente antes de las elecciones en México. Las tensiones persistirán, lo que podría dificultar la colaboración en temas críticos sociales", señaló la Dra. Nevarez.