El colapso en el Sistema Electrónico Aduanero el pasado 6 de febrero, que duró 36 horas, trajo con ella pérdidas millonarias, ya que el comercio exterior de México, tan solo en 2023, llegó a 1.19 billones de dólares y cruzan diariamente 3 mil 200 millones de dólares
TIJUANA.- El colapso en el Sistema Electrónico Aduanero el pasado 6 de febrero, que duró 36 horas, trajo con ella pérdidas millonarias, ya que el comercio exterior de México, tan solo en 2023, llegó a 1.19 billones de dólares y cruzan diariamente 3 mil 200 millones de dólares.
El Dr. Ignacio Casas Fraire, coordinador de la Licenciatura en Logística Internacional de CETYS en Tijuana, refirió que el problema en el Sistema Electrónico Aduanero aparentemente se debió a la actualización de la plataforma y ésta no la soportó o no fue compatible. Por lo tanto se tuvo que poner reversa a los cambios, versión compartida por la Administración Nacional de Aduanas (ANAM), organismo encargado de la administración de las aduanas del país desde el pasado 14 de julio de 2021.
“Este problema repercutió en una paralización de los negocios de importación y exportación de al menos 5 mil millones de dólares, sin contar las pérdidas por demoras y almacenamiento de la carga, el mantenimiento de los perecederos, los fletes en falso y los paros de producción, entre otros”, puntualizó el académico de la Escuela de Administración y Negocios en Campus Tijuana.
El valor total del comercio exterior de México en 2023 fue de 1.19 billones de dólares, 593,011.60 de exportaciones y 598,475.40 de importaciones. Esto implica que cruzan por las 50 aduanas del país más de 3,200 millones de dólares diariamente, algo así como 136 millones de dólares por hora. Durante el mismo periodo, se realizaron 21 millones 475 728 operaciones de importación y exportación, siendo 14.5 millones efectuadas únicamente por las 21 aduanas fronterizas con 8.8 millones concentradas en Nuevo Laredo, Tijuana y Cd. Juárez en ese orden de importancia.
Los principales socios comerciales de México incluyen a EUA, con un comercio valorado en más de 720 mil millones de dólares, representando el 78% de las exportaciones totales. Canadá y China son también socios de importancia, destacando que a este último se le compraron en 2022 más de 118 mil millones de dólares y se le vendieron poco más de 10 mil millones, lo que representa el mayor saldo negativo de la balanza comercial de México.
Con este nivel de comercio, lo menos que se requiere es un sistema aduanero funcional, en el que las millones de operaciones comerciales se realicen sin demoras, ni premuras. Sin embargo, conforme a los rankings mundiales, nuestro sistema aduanero sigue siendo de los menos favorecidos, ocupando el lugar 69 en el indicador de Comercio transfronterizo según Doing Business del Banco Mundial, es decir, existen 68 economías que hacen mejor las cosas que nosotros en las aduanas, con menores tiempos de despacho, más baratos y menos engorrosos.
Esto pone en evidencia la vulnerabilidad de los negocios si un sistema aduanero no funciona adecuadamente, sobre todo en un país en el que el comercio exterior tiene una importancia crucial cuya equivalencia rebasa el 84% del PIB.
Algo se tiene que hacer con el sistema aduanero al que a pesar de que se le han incluido numerosos avances tecnológicos como el Modelo de Administración Tributaria de Comercio Exterior (MATCE), el Programa de Integración Tecnológica Aduanera (PITA), la integración del Documento de Operación para Despacho Aduanero (DODA), la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCEM), entre otros, el despacho aduanero se siguen haciendo bajo la misma metodología desde hace 20 años.
Urge su modernización y la implementación de modelos como el despacho anticipado, la autodeclaración, el despacho en origen y las auditorías posteriores al despacho y otros recomendados por organismos internacionales como la Organización Mundial de Aduanas (OMA) así como recomendaciones del Acuerdo de Facilitación Comercial de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En los últimos dos años, el nearshoring ha venido incrementando el flujo de mercancías que pasan por las aduanas mexicanas y en el futuro cercano lo hará con mayor intensidad, con este sistema aduanero que tenemos no será posible atender ese crecimiento, y lo más importante es que el mensaje que se manda al mundo con este tipo de fallas es que el nodo logístico más importante de la cadena de suministro, que son las aduanas, no está preparado para afrontar ese desafío.
“Contar con aduanas más eficientes no solo implica aumentar el flujo de mercancías que atraviesan por ellas, sino que también tiene un impacto significativo en la recaudación fiscal, dado que las aduanas representan una de las principales fuentes de ingresos del gobierno. Para ilustrar este punto, en 2023, la recaudación por las aduanas mexicanas superó los 1.15 billones de pesos”, recordó el académico de CETYS Tijuana.
El problema no ha concluido. Durante las fallas, se fueron acumulando contenedores y cargas que debieron salir esa semana de fallas, lo que significa que siguen en espera de programación para despacho, pues el sistema muestra aún fallas de recuperación.