Restringe importación de productos marinos del Golfo de California que se capturan con redes donde muere el ejemplar en peligro de extinción.
CIUDAD DE MÉXICO.- Estados Unidos dejará de importar millones de dólares de pescados y mariscos mexicanos provenientes del Golfo de California argumentando medidas de protección hacia la vaquita marina, que muere en las redes donde se pescan dichos productos del mar.
La Corte Internacional de Comercio de Estados Unidos ordenó prohibir dichas importaciones de ejemplares capturados con redes agalleras, donde muere atrapada la vaquita marina en peligro de extinción.
A partir de este jueves la administración de Donald Trump deberá prohibir que se importen camarón, corvina, sierra y chano de la región del Alto Golfo de California, productos del mar derivados de la pesca comercial de México, que utiliza esas redes que capturan peces y otras criaturas marinas, incluyendo a la vaquita.
La importación que hace Estados Unidos nada más de camarón es de 16 millones de dólares.
El fallo de la corte se da en respuesta a una demanda judicial presentada en marzo por grupos conservacionistas como: el Consejo de Defensa de Recursos Naturales, el Instituto de Protección de los Animales y el Centro para la Diversidad Biológica.
La demanda expuso la facultad del Congreso de acuerdo a la Ley de Protección de Mamíferos Marinos que Estados Unidos, que protege no sólo a los mamíferos marinos nacionales, sino también a las ballenas, delfines y marsopas de otros países.
Dicha legislación faculta al gobierno estadounidense a prohibir las importaciones de pescados y mariscos extranjeros provenientes de la pesca que mata a los mamíferos marinos, incluyendo la vaquita, a un ritmo tal que pueda contravenir los estándares para los pescadores nacionales de Estados Unidos.
La tasa de mortalidad de la vaquita, de casi la mitad de la población anual, supera por mucho las tasas de captura incidental de las pesquerías para los mamíferos marinos permitidos en Estados Unidos.
Sarah Uhlemann, directora del programa internacional en el Centro para la Diversidad Biológica, manifestó: “con la vaquita al borde de la extinción, estas sanciones económicas son dolorosas, pero necesarias para presionar a las autoridades mexicanas de proteger finalmente a estas pequeñas marsopas”.
Durante 20 años el gobierno mexicano ha prometido salvar a la vaquita, pero ha fallado en tomar una acción significativa. Eso tiene que cambiar o perderemos estos animales para siempre, concluyó.
Con información de Excélsior