“Pensar en instalar en Tijuana, una planta de ósmosis inversa para desalar agua de mar y ponerla en este bote, en esta red de distribución rota, es una barbaridad”, dijo el experto en temas ambientales

TIJUANA.- La pérdida del 30 % del agua por fugas en las tuberías rotas de la red de agua potable en el municipio de Ensenada, según reconoció la Secretaría para el Manejo, Saneamiento y Protección del Agua (SEPROA) significa que se desperdicia más agua que, los 250 litros por segundo que produce la planta de osmosis inversa en ese municipio.

En opinión de José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental A.C. (CIGA) “Es una barbaridad desalar agua de mar a un costo alto, meterla a los tubos y tirarla. La lógica dice que hay que parar las fugas porque estamos tirando el dinero”, señaló.

El ingeniero bioquímico, explicó que, si en el municipio de Ensenada se tira el 30 % de agua potable por fugas en la red, en el municipio de Tijuana se desperdicia por la misma causa el 25 % (mil litros por segundo aproximadamente) lo que representa cuatro veces lo que se pierde de agua en Ensenada

“Entonces pensar en instalar en Tijuana, una planta de ósmosis inversa para desalar agua de mar y ponerla en este bote, en esta red de distribución rota, es una barbaridad”, subrayó.

Egresado del programa LEAD por el Colegio de México, José Carmelo Zavala, explicó que la administración pública podría reformular o reconceptualizar la pérdida de agua potable por fugas como una fuente alterna de agua, de esta forma saldría más barato reparar las fugas que lo que se gastaría en una planta desalinizadora de agua por ósmosis inversa.

“Esto podría ayudar a la hacienda pública a priorizar de manera diferente, y reiteramos lo que hemos dicho en otros foros; primero hay que parar las fugas, luego el reusó de agua y después una fuente alterna, osmosis inversa”, explicó.

Zavala Álvarez, calificó como una locura, descargar al océano Pacífico agua no bien tratada o contaminada, por Punta Bandera o por la Internacional (en promedio tres metros cúbicos por segundo), para después kilómetros abajo sacarla nuevamente del mar, desalarla y reintroducirla a la red de distribución dañada “es algo que no suena lógico, ni económico, ni ambientalmente”, agregó.

El Gobierno de Baja California dio inicio con la aplicación de los más de 3 mil millones de pesos de financiamiento para obra hídrica en el estado, un paso en la dirección correcta que debemos aplaudir, sin embargo, las secretarías de estado no parece que estén diseñadas para trabajar de forma articulada o en conjunto.

El experto en temas ambientales dijo que la estructura de gobierno en Baja California, no está diseñada para trabajar transversalmente, con articulación y coherencia, lo que ocasiona que sea más difícil lograr los objetivos estructurales para la entidad, porque cada dependencia cuida de manera hostil su área de competencia o de atribución y eso ocasiona que no se levante la vista y se vea al estado con una visión de largo plazo, con criterio de sustentabilidad.