El Gobierno corporativo es necesario para prevenir riesgos, generar valor y desarrollo sostenible; todos estos elementos base cuando del éxito, rentabilidad y desarrollo empresarial se trata
MEXICALI.- Desde los años 90's, la tendencia de que las empresas, sin excepción, deben contar con buenas prácticas de gobernanza para sostenerse en el tiempo, es clara. Pero, para formar parte de dicha tendencia, es necesario unir a toda la organización en torno a un propósito común que conmueva e inspire a sus colaboradores.
Para defender el éxito, la rentabilidad y el crecimiento como empresa, es necesario clarificar sus expectativas, valores, identidad y diferenciadores. La clave está en definir quiénes se quiere ser y dónde se quiere estar, identificando a los aliados que comparten los mismos propósitos y valores, y que tengan la capacidad de adaptarse a los cambios y desafíos, señaló el Dr. Pablo Álamo, profesor distinguido internacional de la CETYS Graduate School of Business.
“Hay que comprender que los objetivos no son solo a corto plazo. Cuando se logra que los gerentes administren también pensando en el largo plazo, entonces tiene sentido dar el salto al gobierno corporativo; es decir, a ir implementando poco a poco, según las necesidades de cada empresa, un sistema de gobernanza con órganos de gobierno sólidos, funciones claras, donde el poder no pueda ser ejercido de manera arbitrario sino mediante un sistema de pesos y contrapesos”.
El gobierno corporativo es necesario para prevenir riesgos, generar valor y desarrollo sostenible, añadió. Definido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), éste consiste en un sistema por el cual las sociedades son dirigidas y controladas, especificando la distribución de derechos y responsabilidades entre los diferentes participantes de la sociedad.
Además, el gobierno corporativo provee la estructura para establecer los objetivos de la empresa, los medios para alcanzar esos objetivos y la forma de dar seguimiento a su desempeño.
A medida que evolucionan, las organizaciones deben adaptar sus estructuras y procesos para la adecuada dirección y control de sus actividades, estableciendo reglas y procedimientos para tomar decisiones corporativas.
Para dar el salto a esta manera de gestionar las empresas, es necesario pasar por una serie de etapas. Primero, una de concientización; luego, definir una serie de principios, normas y códigos y, por último, incorporar un sistema de cumplimiento, de auditoría o verificación de que se hace lo que se tiene que hacer.
“Este cambio cultural sólo es posible con capacitación de los colaboradores, con la participación de los grupos de interés, pero fundamentalmente, con la ejemplaridad de los líderes organizacionales, que deben mantener un tono ético, recordando que el gobierno corporativo es una herramienta para la sostenibilidad y crecimiento de las organizaciones que deseen establecer un marco para la toma de decisiones corporativas y promover un ejercicio del poder justo y transparente”, concluyó el especialista.