El 23 de mayo el conflicto universitario derivó en violentos enfrentamientos entre estudiantes y fuerzas del orden público.

CIUDAD DE MÉXICO.-   El 23 de mayo se destina para celebrar el Día del Estudiante en México, y aunque en estos tiempos se trata de una festividad, su origen fue una lucha estudiantil por la autonomía la cual quedo registrada en la historia del país.

Descubre los hechos de la historia que dieron inicio a esta conmemoración.

Bajo el mandato del presidente Porfirio Díaz, el 22 de septiembre de 1910, se inauguró la Universidad Nacional Autónoma de México, cumpliendo un mandato emitido en mayo del mismo año, el cual formalizaba la Ley Constitutiva presentada por Justo Sierra.

Después de 19 años, dicha ley señalaba al Ministro de Instrucción Pública como jefe de la universidad, y el rector era nombrado por el Presidente de la República.

Ese año, alumnos de la Facultad de Derecho organizaron un movimiento estudiantil que buscaba la autonomía universitaria.

Alumnos llamaron a huelga el 5 de mayo, colocando una bandera rojinegra en la puerta de la escuela, dos días después, el presidente Emilio Portes Gil ordeno clausurar la facultad y el 9 de mayo la huelga fue declarada oficialmente.

Desde entonces se llevaron a cabo varios intentos de negociaciones fallidas, hasta que el 23 de mayo el conflicto universitario derivó en violentos enfrentamientos entre estudiantes y fuerzas del orden público.

Estudiantes armados con garrotes, se enfrentaron a la policía cerca del edificio de San Ildefonso

La policía intentó dispersar a los estudiantes valiéndose de potentes chorros de agua, y en las calles estudiantes se enfrentaban a bomberos y policías, quienes a fuerza de hachazos buscaban derribar las puertas de las instituciones donde se habían refugiado los estudiantes.

El enfrentamiento terminó cuando el jefe del Departamento del Distrito Federal ordenó la retirada de policías y bomberos. La represión del 23 de mayo hizo que muchas otras facultades —y la opinión pública— apoyaran el movimiento estudiantil.

Seis días después de la revuelta, el presidente Portes Gil concedería oficialmente la autonomía de la máxima casa de estudios.