El acoso escolar es un conjunto de comportamientos intimidantes y de maltrato entre estudiantes, que se llevan a cabo de forma repetida y que se sostienen en el tiempo con la intención de causar daño y someter a una víctima
MEXICALI.- Pese a la existencia de campañas de diversa índole y origen (organizaciones públicas y privadas, asociaciones civiles y sociedades de padres de familia) dirigidas a visibilizar la problemática y, sobre todo, a combatirla, estas acciones no han sido suficientes ante el acoso escolar, también conocido como bullying.
Por el contrario, en gran parte de la población prevalece la idea de que se trata de una situación por la que todos los estudiantes pasan en su curso por la escuela; como si se tratara de una etapa más por vivir.
Sin embargo, “el acoso escolar está lejos de ser algo normal, es una dinámica que distorsiona el ambiente académico, generando un clima de violencia cuyas consecuencias pueden ser variadas”, señaló el Dr. Daniel Álvarez Núñez, coordinador de la Maestría en Neuropsicología y docente de tiempo completo de la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali, en torno al lamentable caso Norma Lizbeth, estudiante fallecida tras ser golpeada por una compañera de clase en Teotihuacán, México.
Explicó que el acoso escolar es un conjunto de comportamientos intimidantes y de maltrato entre estudiantes, que se llevan a cabo de forma repetida y que se sostienen en el tiempo con la intención de causar daño y someter a una víctima, ya sea de forma individual o en grupo, a través de diversos tipos de agresiones físicas, verbales y/o sociales.
Tal y como ocurre en otros tipos de violencia, esta dinámica tiende a generar repercusiones a corto, mediano y largo plazo en las personas afectadas, quienes tienden a desarrollar un número importante de síntomas, por ejemplo:
• Desarrollo a mediano o largo plazo de cuadros de ansiedad
• Estrés postraumático
• Procesos depresivos que pueden desembocar en ideas suicidas
• Prácticas autodestructivas/autolesivas
• Ausentismo escolar
• Pérdida de la motivación académica
“Como sociedad, es necesario entender que cualquier forma de acoso no encaja con la palabra normal y es necesario que tanto padres, maestros y estudiantes trabajen en conjunto para combatir el bullying.
Esto puede lograrse creando acciones de concientización en el alumnado, padres y profesores que ayuden a romper los mitos respecto del acoso escolar, promoviendo que los alumnos que son espectadores y que no intervienen por miedo a volverse víctimas dejen de lado esa pasividad, que guarden el celular que graba la violencia y pongan en silencio las risas que refuerzan la conducta del agresor o agresores”, concluyó el especialista.