El personal debe poseer las habilidades para vincularse de manera empática y cercana con la comunidad educativa, en búsqueda conjunta de mejores formas de atención a los desafíos del trabajo pedagógico

TIJUANA.- La Secretaría de Educación de Baja California impartió un taller dirigido a Asesores Técnico Pedagógicos y jefes de nivel de educación preescolar de los municipios de Playas de Rosarito, Tecate y Tijuana. 

Lo anterior, con el propósito que el colectivo docente conozca y externe opiniones de las disposiciones para una nueva organización y desarrollo de aptitudes, cualidades y definir ciertos requisitos, relacionados con enseñanza y gestión escolar de educación básica desde la función del Asesor Técnico Pedagógico (ATP).

El evento fue presidido por la directora de Educación Preescolar, Ana Catalina Ávila Sosa y Silva, quien mencionó la importancia de los Asesores Técnicos Pedagógicos (ATP) en el proceso de enseñanza aprendizaje, ya que implica poner de frente a un actor que tienen en sus manos un trabajo educativo sumamente relevante en dos vías.

La primera, en relación con la estructura, es decir, el trabajo con los supervisores y otras autoridades; y la segunda, respecto a su labor en las escuelas, realizando una intervención como apoyo pedagógico y en la gestión escolar. 

Indicó que las actividades del ciclo escolar 2022-2023 van con atención al Servicio de Asesoría y Acompañamiento a las Escuelas (SAAE) y con la función del Asesor Técnico Pedagógico, ya que es un tema prioritario dado la relevancia que tienen en contribuir a disminuir las brechas de desigualdad, buscando la excelencia en la enseñanza de la educación del nivel preescolar y reforzando las funciones educativas alineadas al marco de los planteamientos de la Nueva Escuela Mexicana.

Las buenas prácticas de enseñanza y de gestión escolar, en donde el perfil del profesional que se presenta responde una visión enfocada en mejorar las prácticas de enseñanza y en la aportación de habilitación escolar para contribuir en la formación integral, bienestar y el máximo logro de los aprendizajes de las y los alumnos, reconociendo a la escuela como un espacio propicio para impulsar el servicio educativo con inclusión, interculturalidad y equidad. 

El personal con función de ATP por su experiencia en el quehacer educativo debe poseer las habilidades necesidades para vincularse de manera empática y cercana con la comunidad educativa, en búsqueda conjunta y constante de mejores formas de atención a los desafíos del trabajo pedagógico.