MEXICALI.- Mientras que unos ven la posibilidad de mejorar su calidad de vida, satisfacción laboral y aumentar la lealtad hacia la empresa, la contraparte analiza cuáles pudieran ser los impactos negativos para las organizaciones tras la aprobación en el Senado de la República de la iniciativa para duplicar los días de vacaciones de la fuerza laboral mexicana.

La reforma sugiere que los trabajadores que cumplan un año de servicio tienen derecho a disfrutar de un período anual de vacaciones pagadas de 12 días laborables, mismo que aumentará en dos días laborables, hasta llegar a 20 días en el quinto año de antigüedad.

A partir del sexto año de antigüedad se consideran 22 días de vacaciones y aumenta dos años cada cinco años de antigüedad, hasta llegar a 30 días de vacaciones a los 30 años de antigüedad, y de ahí hasta llegar a los 32 días de descanso obligatorio por 35 años de servicio.

En caso de ser avalada por la Cámara de Diputados, esta reforma legislativa entraría en vigor el 01 de Enero del 2023, o un día después de su publicación.

“Resulta interesante la perspectiva del valor que el tiempo adquiere en la actualidad, en relación al tiempo que un colaborador dedica al trabajo, como del tiempo que se dedica a la calidad de vida”, señalaron al respecto la Dra. Paulina Vargas Larraguível, directora de la Escuela de Administración y Negocios, y la Mtra. Alma Hernández Alvarado, coordinadora de la Licenciatura en Administración de Empresas, ambas en CETYS Universidad Campus Mexicali.

Se trata de una iniciativa que ha despertado la curiosidad y el interés de la población por analizar la situación de México frente a la de otros países y considerar si realmente esta aprobación sería beneficiosa.

De los 38 países que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es el país, después de Estados Unidos, que menos días de descanso remunerado concede por ley a los trabajadores, y en esta línea,  la recomendación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es de 18 días.

Así, México, a pesar de ser de los primeros países que introdujo en su Constitución los derechos de seguridad social, las vacaciones son muy pocas en comparación con las de otros países. En América Latina, México ocupa el último lugar con 6 días de vacaciones, por debajo de Honduras con 10 días, el primer lugar lo encabezan Brasil, Cuba, Panamá, Perú y Nicaragua con 30 días de vacaciones.

En otras latitudes, entre los países con menos días de vacaciones a nivel mundial se encuentra Hong Kong y Taiwán que cuentan con 7 días de vacaciones por año y China que disfrutan de 5 días de vacaciones, mientras que los países europeos son los beneficiados con esta prestación, Alemania cuentan con 20 días hábiles, España con 22 días, Austria, Dinamarca, Suecia, Noruega y Luxemburgo con 25 días. Mientras que Francia y Finlandia encabezan la lista con 30 días de vacaciones.

Esta información, en conjunto con los datos arrojados por el Índice de Calidad de Vida 2022, demuestra que existe una relación directa entre los países que reciben más días de pago por concepto de vacaciones y  los que no reciben buena compensación por este concepto. Por ejemplo, en el primer lugar en calidad de vida se encuentra Suiza con 195 puntos, en segundo lugar Dinamarca con 194 puntos, tercer lugar Países Bajos con 191 puntos, cuarto lugar Australia con 190 puntos y quinto lugar Finlandia con 186 puntos.

Entre los menos beneficiados con esta prestación tenemos a Hong Kong quien ocupa el lugar 68 con 103 puntos en el índice de Calidad de Vida, mientras que por su parte China ocupa el lugar 77 y México el lugar 47 con 126 puntos.

“No se puede hablar de calidad de vida sin asociarse al trabajo, pues de este depende el que cada individuo tenga la posibilidad económica para cubrir sus necesidades básicas, incluyendo el entretenimiento y esparcimiento, mismos que se pueden dar cuando la jornada laboral lo permite uno o dos días a la semana en la mayoría de los casos, y en el periodo vacacional”, advirtieron las académicas.

Es así como pueden apreciarse la pertinencia de las vacaciones y sus beneficios, que son considerables al favorecer el disfrute de los trabajadores de tiempo de calidad con familia, amigos y resolver asuntos personales, con actividades distintas y probablemente en un contexto diferente al del resto del año. 

Aunque se cuenta con datos suficientes para asumir que la productividad, motivación y lealtad a la empresa pueden incrementarse si los empleados disponen de una mejor calidad de vida, pues su salud física, mental y emocional estarán más equilibradas; todo esto también debe reflejarse en indicadores positivos para las organizaciones, pues para los empresarios representa tanto una reorganización de los procesos como el asumir el impacto económico que les representaría el incremento de costos de la nómina y de las cuotas a pagar al IMSS, dado los cambios en el Factor de Integración del Salario Base de Cotización.

“Se trata de una buena propuesta por los beneficios que representa para la clase trabajadora, pero no debe perder de vista el análisis del impacto sobre las finanzas y organización de la empresa, así como la evaluación y análisis de su aplicación, como lo mencionamos antes, no se han analizado a profundidad ni se han comunicado las implicaciones sociales, económicas y prácticas de su implementación”, concluyeron las especialistas.