El Fondo Monetario Internacional consideró que las políticas macroeconómicas del gobierno de México son prudentes ante el repunte de la inflación
CIUDAD DE MÉXICO.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró que México está bien posicionado para sortear los riesgos del entorno mundial turbulento, el cual ha sido generado por la inflación, las altas tasas de interés y la depreciación de las divisas.
“Ante el aumento de los riesgos en un entorno mundial más turbulento, los directores (del FMI) coincidieron en que México está bien posicionado para sortear los retos, debido a la solidez de sus políticas macroeconómicas y sus marcos de política económica”, informó el Banco de México (Banxico).
El banco central destacó que los directores ejecutivos estuvieron de acuerdo con la idea central de la evaluación del personal técnico del FMI sobre la economía mexicana en 2022.
También mostraron su beneplácito a las políticas macroeconómicas prudentes de las autoridades ante el repunte de la inflación, de acuerdo con la evaluación anual del Fondo Monetario Internacional sobre la economía mexicana en 2022, que fue publicada por Banxico.
El FMI evalúa la situación económica y perspectivas de cada uno de los países miembros del Fondo, generalmente con una periodicidad anual.
Como parte de la evaluación, un equipo técnico del FMI visita el país miembro, recopila y analiza información económica y financiera, y se reúne con las autoridades competentes, así como con analistas del sector privado y representantes de la sociedad civil.
Los temas revisados no se limitan a las políticas macroeconómicas y financieras, sino que también incluyen aquellos elementos que puedan incidir en los resultados económicos de un país.
La evaluación del FMI espera que el crecimiento económico de México se desacelere en el corto plazo por el menor crecimiento de Estados Unidos y el endurecimiento de las condiciones financieras globales.
“Los directores dieron su beneplácito al enfoque proactivo del Banco de México para hacer frente al aumento de la inflación”, explica el documento publicado por el organismo dirigido por Victoria Rodríguez Ceja.
Ante la significativa incertidumbre sobre la trayectoria de la inflación en 2023 y los riesgos al alza, los directores del FMI coincidieron en que podrían ser necesarios nuevos aumentos de la tasa objetivo y el mantenimiento de una postura de política restrictiva durante algún tiempo en México.
También subrayaron en general la importancia de una comunicación clara de la política económica.
Los directores del FMI recomendaron alinear más estrechamente los aumentos salariales con la inflación prevista y la productividad de los trabajadores con menores salarios, así como la postura fiscal neutral prevista para 2022 y 2023 es adecuada.
“La suavización de los precios al menudeo de los combustibles (en México), si bien redujo las presiones sobre los costos, tuvo un costo considerable en el presupuesto y, en general, exhortaron a las autoridades a que, en caso de que los precios del petróleo suban de nuevo, elijan apoyos más focalizados a fin de proteger otros gastos prioritarios”, precisó el FMI.
Agregó que se deben preparar planes de contingencia para una respuesta de política económica rápida en caso de que se materialicen los riesgos a la baja.
“Sería importante aumentar los amortiguadores fiscales en el corto plazo y reformar el marco institucional para lograr una mayor flexibilidad a largo plazo”, agregó.
Los directores del FMI observaron que el tipo de cambio flotante en México debería seguir actuando como amortiguador, aunque podría considerarse la posibilidad de intervenir en el mercado de divisas si se produjera un empeoramiento significativo de la liquidez del mercado.
Coincidieron en que el sistema financiero continúa siendo resiliente después de la pandemia, celebraron la evaluación favorable de la efectividad del marco de estabilidad financiera de México y apoyaron, en general, las principales recomendaciones de política del Programa de Evaluación del Sector Financiero (FSAP, por sus siglas en inglés) de 2022.
“Se necesitan medidas adicionales, incluyendo una actualización de los marcos de supervisión del sector financiero y de gestión de crisis, para mantener el ritmo con un panorama regulatorio y de riesgo cambiante”, concluyó.