“La Reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana”, informó este jueves la familia real
LONDRES, REINO UNIDO.- El palacio de Buckingham, residencia oficial en Londres de Isabel II, ha bajado la bandera británica a media asta tras anunciarse la muerte este jueves de la reina a los 96 años en el castillo escocés de Balmoral.
Miles de personas se congregan ya en torno a Buckingham, en el centro de Londres, donde se espera que en breve se coloque un anuncio con información sobre la defunción, como parte de un detallado protocolo para despedirla con todos los honores.
La muerte de la soberana, que el pasado martes recibió a la nueva primera ministra británica, Liz Truss, en Escocia significa que los primeros actos se celebrarán allí, conforme a la llamada operación Unicornio, tras lo cual sus restos mortales serán trasladados a Londres para proceder al funeral del Estado.
Unas 100 personas acudieron a las puertas del Palacio de Buckingham, algunas aferradas a sus paraguas en medio de una lluvia pertinaz. Algunas se congregaron en las gradas a la entrada, mientras permanecían de pie junto a la cerca.
El presidente estadounidense Joe Biden le expresó a Truss que “los pensamientos de él y de la primera dama están hoy totalmente dirigidos a la reina y a su familia”, indicó el vocero del Consejo de Seguridad Nacional John Kirby.
Isabel II cumplió siete décadas en el trono este año. Ha cedido cada vez más deberes a su heredero, el príncipe Carlos, y a otros miembros de la familia real en los últimos meses.
El palacio no dio más detalles sobre la salud de la monarca, pero surgieron indicios preocupantes, como por ejemplo que la primera ministra Truss fue interrumpida en el Parlamento para ser informada de la situación.
El príncipe Carlos, su esposa Camila y su hermana la princesa Ana, están con la reina en el Castillo Balmoral. El príncipe Guillermo también está rumbo a Balmoral, al igual que su hermano el príncipe Enrique, su esposa Meghan, y el príncipe Andrés.
La reunión de la Casa Windsor ocurre apenas tres meses después de que los británicos celebraran los 70 años de la reina en el trono.