CIUDAD DE MÉXICO. - La Cancillería informó que la Organización de Estados Americanos (OEA), enviará a México una misión de observación electoral, la cual al término de la contienda podrá formular recomendaciones. 

Esta será la cuarta ocasión en la que la OEA despliegue una Misión de Visitantes Extranjeros. 

Dicha misión estará integrada por un equipo multidisciplinario de especialistas de diferentes países e incorporará distintas metodologías que permitirán corroborar aspectos relevantes como la perspectiva de género, el financiamiento político electoral y el uso de la tecnología electoral, "además, podrá formular recomendaciones que contribuyan al fortalecimiento del sistema electoral mexicano". 

Luis Videgaray, acordó con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, los privilegios diplomáticos de la misión de observación electoral de la jornada electoral del próximo 1 de julio. 

El acuerdo de los Privilegios e Inmunidades de los Visitantes Extranjeros de la OEA para las Elecciones Federales y Locales del 1 de julio de 2018 en México, responde a la invitación formulada por las autoridades electorales mexicanas para que la OEA acompañe el proceso electoral de este año y garantiza a los observadores extranjeros la capacidad jurídica, los privilegios e inmunidades necesarios para el ejercicio de sus funciones en el territorio nacional. 

El convenio entre Videgaray y Almagro fue firmado en Lima, Perú, en el marco de la VIII Cumbre de las Américas. El canciller Videgaray señaló que con este acto México reitera su compromiso con los valores democráticos y con la apertura a la observación electoral en todos los niveles 

Asimismo, subrayó que México reconoce la importancia del acompañamiento internacional en materia electoral, porque favorece la imparcialidad, la transparencia y la confianza en las elecciones, junto con la independencia y la fortaleza de las instituciones electorales nacionales. 

Asimismo, subrayó que México reconoce la importancia del acompañamiento internacional en materia electoral, porque favorece la imparcialidad, la transparencia y la confianza en las elecciones, junto con la independencia y la fortaleza de las instituciones electorales nacionales.