En 2017, Baja California Sur se clasificó por primera vez como el estado menos pacífico de México, seguido por Guerrero, Baja California, Colima y Zacatecas.
CIUDAD DE MÉXICO.- El índice de Paz México 2018, informó que debido a que el 2017 fue el año más violento en la historia del país, la paz en México registró un deterioro del 11% lo que representó un impacto de 249 millones de dólares, es decir el 21% del Producto Interno Bruto (PIB).
Informa que es realizado anualmente por el Instituto de Economía y Paz, indicó que en los últimos dos años la escalada de violencia en México ha alcanzo niveles "históricamente altos" de violencia y homicidio por lo que este deterioro en la paz se debe en gran medida al aumento del 25% en la tasa de homicidios del año anterior, así como al aumento en la violencia armada por segundo año consecutivo.
A tan solo unos meses de las elecciones de 2018, el documento destacó que las políticas públicas referentes a la paz y la seguridad desempeñarán un papel central en la determinación de los resultados, por lo que “las respuestas políticas de todos los candidatos serán importantes para sus perspectivas electorales”.
Dicho informe presentado la mañana de este martes, detalla que de los 32 estados de la República Mexicana, tan solo siete mejoraron en paz en 2017, y 25 estados se deterioraron, por lo que la brecha entre el estado más pacífico y el menos pacífico siguió creciento, "lo que destaca la creciente desigualdad en el nivel de paz en México".
Una vez más, Yucatán fue el estado más pacífico, seguido por Tlaxcala, Campeche, Coahuila y Chiapas.
En 2017, Baja California Sur se clasificó por primera vez como el estado menos pacífico de México, seguido por Guerrero, Baja California, Colima y Zacatecas. La brecha entre el estado más pacífico y el menos pacífico siguió creciendo”, señaló.
Dentro del informe, el Instituto de Economía y Paz, consideró que el crimen organizado sigue siendo el desafío de seguridad más importante en el país y que enfrentamientos relacionados con homicidios entre grupos del crimen organizado se intensificaron en 2017, cuando los líderes del cártel fueron eliminados o arrestados, fracturando grupos y creando luchas de poder internas y externas.
“La tasa de delitos violentos, que incluye asaltos, robos y violencia sexual, aumentó un 15%. La violencia doméstica ha aumentado un 32% durante los tres años previos a diciembre de 2017. Es importante destacar que la violencia dentro y fuera del hogar sigue unida, lo que sugiere que los deterioros en la paz, ya sean derivados del crimen organizado u otras dinámicas, están teniendo efectos generalizados”, indicó.
Dentro del impacto económico, el índice destacó que la violencia fue ocho veces mayor que el gasto público en salud y siete veces mayor que el gasto en educación, por lo que alcanzar pequeñas reducciones en el nivel de violencia podría ejercer un importante impacto positivo sobre la economía
“La violencia y el miedo a la violencia crean grandes trastornos económicos. En tanto que los incidentes violentos generan costos por daños materiales, lesiones físicas o trauma psicológico, el miedo a la violencia altera el comportamiento de la economía, sobre todo al cambiar los modelos de inversión y consumo, pero también al desviar los recursos públicos y privados de las actividades productivas y dirigirlos a medidas de protección”, apuntó.
El Índice de Paz México 2018 detalló además que el Estado mexicano invierte menos de los requeridos en sus sistema judicial y de seguridad con 1% de su PIB, cifra que representa 60% del promedio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
El informe aconseja que dados los altos niveles de violencia, México necesita reducir la corrupción y la impunidad; desarrollar la capacidad institucional junto con la transparencia y la rendición de cuentas, proteger a los jóvenes y los espacios públicos.
Además debe crear confianza al demostrar los avances logrados, “hacer frente a la dinámica específica subyacente a la violencia con armas de fuego, el comercio ilegal, la extorsión, el secuestro y las distintas formas de homicidio”.