TIJUANA.- La secretaría de cultura María Cristina García Cepeda y el director general del CECUT Pedro Ochoa Palacio encabezaron, al lado del coleccionista y fotógrafo Rogelio Cuéllar, la inauguración de la exposición Hacer el cuerpo. Colección Rogelio Cuéllar, en la Sala 1 de El Cubo, en el Centro Cultural Tijuana ante una concurrida asistencia donde destacó la presencia de reconocidas personalidades de la comunicad artística y cultural fronteriza.

“En Tijuana inicia la Patria, es una de las frases que definen a esta región del Norte mexicano, que construyó sobre el desierto y el amor su identidad, es el territorio donde la frontera no limita la marejada artística y cultural”, expuso la secretaria de cultura, María Cristina García Cepeda, quien inauguró la exhibición y aprovechó la ocasión para saludar a la comunidad artística reunida en el Vestíbulo de El Cubo la noche del pasado viernes 6 de abril.

“El CECUT es la casa para las artes en el Noroeste de México y un símbolo cultural para esta ciudad; Xavier Villaurrutia afirmaba que el reto del fotógrafo era convertir un instrumento en algo que piensa y siente, que los artistas de la lente lo son a pesar de su cámara y no gracias ella, Rogelio Cuéllar ha recorrido años de trabajo artístico para construir su mirada crítica y documentar la cultura de México”.

“Mi reconocimiento al CECUT por sembrar la semilla de la identidad y el orgullo de México en la frontera norte de nuestro país, lugar de contrastes y pluralidad, donde la tradición y la vanguardia le dan rostro a la diversidad nacional” concluyó la Secretaria.

“Con enorme satisfacción inauguramos esta exposición, Cuéllar ha dejado una marca en la historia gráfica de México, ya antes nos había obsequiado El rostro de las letras, donde documentó los gestos y las actitudes de los escritores más importantes de México en la segunda mitad del siglo XX, también lo hizo con los artistas plásticos de nuestro país que es el antecedente de la muestra que hoy nos ofrece”, explicó Ochoa Palacio.

“El trabajo que han realizado el maestro Cuéllar y la maestra María Luisa Passarge, es un verdadero deleite, un extraordinario recorrido por los artistas más importantes del arte mexicano en los últimos cincuenta años, veremos obra de Tamayo, Toledo, Anguiano, Cuevas, Felguérez, Hernández entre muchísimos otros, esta exposición parece del Renacimiento porque vuelve a colocar al hombre como la medida de todas las cosas”, concluyó Ochoa.

María Luisa Passarge, curadora de la muestra afirmó que “esta muestra es un recorrido amoroso del trabajo que ha llevado a cabo Rogelio Cuéllar desde sus inicios como fotógrafo. Él quería fotografiar a los creadores de este país, gente que le moviera el corazón, son 130  piezas de 84 artistas, piezas muy poco conocidas que son resultado de un intercambio de los artistas con el fotógrafo, creador con creador”.

“La importancia de que esta colección se presente en el CECUT es fundamental para  la memoria del país, hay que tomar en cuenta que Tijuana es la entrada a México, que tiene una riqueza ancestral a nivel cultural”, expresó Cuéllar celebra 50 años de labor artística.

“La exposición tiene dos años trabajándose integrando un solo concepto y tenemos el privilegio de presentar también el catálogo. A diferencia de otras colecciones esta es una muestra de mi admiración hacia los creadores y la infinita amistad y amor producidos desde que comencé a fotografiarlos”, concluyó Cuéllar.

La exposición muestra obras plásticas entre dibujos, gráfica y pinturas referentes al cuerpo humano realizadas por artistas como Raúl Anguiano, Francisco Toledo, Rufino Tamayo, Manuel Alberto Gironella, Rodolfo Morales, Arturo Rivera, Leonora Carrington, Sergio Hernández y Alice Rahon.

Destacan también Gilberto Aceves Navarro, Roger von Gunten y Rufino Tamayo. También me aboqué a trabajar con otras generaciones como la de Luis Nishizawa, Adolfo Mexiac y Cordelia Urueta.

Cuéllar guió al público por la exhibición revelando secretos en torno a las piezas y compartiendo anécdotas de su amistad con cada uno de los artistas, este diálogo permitió tener mayor claridad sobre la trascendencia de esta colección, su valía y la importancia de que se exhiba en Tijuana.