El gobierno de Estados Unidos ha financiado a grupos de ambientalistas que promovieron amparos contra el Tren Maya, denunció el presidente López Obrador para justificar declarar a la obra de “seguridad nacional”
CIUDAD DE MÉXICO.- La intervención del gobierno de Estados Unidos fue una de las razones por las que el Gobierno Federal decidió blindar la construcción del Tren Maya declarándolo obra de seguridad nacional, indicó este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador.
López Obrador señaló que se recurrió a este procedimiento por muchas razones, entre ellas “porque está interviniendo gobierno extranjero, porque se está perdiendo dinero de la hacienda pública, porque es una obra pública prioritaria, porque se están aplicando tácticas dilatorias y porque no hay justicia expedita”.
En cuanto a la injerencia extranjera, el mandatario aseguró que el vecino del norte ha financiado económicamente a grupos de “pesudoambientalistas” encargados de promover los amparos en contra del tramo 5.
Uno de estos grupos, como ya ha señalado en ocasiones anteriores, está encabezado por Claudio X. González, líder de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, el exministro José Ramón Cossío y María Amparo Casals, exasesora de Santiago Creel.
Indicó que una batería de amparos en contra del Tren Maya comenzó a llegar después de la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) por contravenir los intereses de este grupo.
“Se van al Tren Maya, empezamos nosotros a entregar información a jueces y desde entonces los jueces no resuelven y paran la obra ya tres meses”.
La declaración de López Obrador surge días después de que la representación Comercial de Estados Unidos (USTR), advirtiera sobre una posible violación al T-MEC con la construcción de la obra insignia del gobierno.
A través de un comunicado, la instancia señaló que se da seguimiento a los procesos jurídicos contra la magna obra por supuestamente no contar con las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA).
Esto después de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) reconociera que el Fonatur no contaba con los permisos de impacto ambiental requeridos para las obras.
Como parte del primer informe bianual del T-MEC la USTR indicó que partes interesadas de ambos países están preocupadas por los efectos del tren en lo que respecta a la protección y conservación de la vida silvestre del sureste mexicano.
“A pesar del creciente descontento de las partes interesadas, México ha seguido adelante con su proyecto de construir el Tren Maya en 2024″, indicó el comunicado.