WASHINGTON, DC.- Un pacto presupuestal por 1.3 billones de dólares, que incluye 641 millones de dólares para la construcción de 53 kilómetros de nuevas bardas y diques en la frontera, fue presentado por el Congreso de Estados Unidos, pero destacando que no es para el muro propuesto por el presidente Donald Trump. 

Pero la resolución no es prometedora, ya que se espera el rechazo total de los demócratas en la Cámara de Representantes, a pesar de que el acuerdo fue pactado por demócratas y republicanos, y apoyado por la Casa Blanca al final del día, el acuerdo excluyó sin embargo toda solución para 690 mil beneficiarios del Programa de Acción Diferida para Llegado en la Infancia (DACA), los llamados dreamers (soñadores). 

Se espera que el plan tentativo sea aprobado tanto por la Cámara baja como por el Senado antes de la medianoche del viernes para evitar un nuevo cierre del gobierno federal. 

La asignación de 1.6 millones de dólares en seguridad fronteriza, no incluye dinero para más espacios de detención migratoria, los recursos son para las bardas y diques, incluidas mejoras tecnológicas, reparación de bardas existentes, barreras secundarias y peatonales. 

Dentro del acuerdo se fija con precisión que las barreras físicas corresponden a bardas y diques, pero no al muro de concreto propuesto por el presidente. De hecho la construcción de las bardas había sido contemplado desde la Ley de Bardas Seguras del 2006. Pese a ello, la vocera de la Casa Blanca, Sara Sanders, señaló en una declaración que el pacto presupuestal incluía “100 millas de nuevas construcciones para el muro fronterizo”. 

La exclusión de un arreglo para DACA podría, sin embargo, provocar que el pacto presupuestal no sea apoyado por decenas de demócratas en la Cámara baja, aunque no está claro si la oposición demócrata es suficiente para descarrilar el proyecto. 

Durante la pasada votación del presupuesto temporal, más de 90 demócratas votaron en contra, incluida más de la mitad de la treintena de miembros de la Fracción Legislativa Hispana. 

En el Senado, sin embargo, el líder de los demócratas Charles Schumer se mostró complacido con el desenlace.