La gobernadora Marina del Pilar y el magistrado Alejandro Fragozo, proponen la creación Juzgados Especializados en Violencia Familiar contra las Mujeres
MEXICALI.- Para brindar una justicia pronta, expedita, efectiva y con perspectiva de género a las mujeres que son víctimas de violencia familiar, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, en conjunto con el Poder Judicial del Estado, presentó la iniciativa de creación Juzgados Especializados en Violencia Familiar contra las Mujeres.
En una ceremonia realizada en Mexicali, la mandataria explicó que, a través de dicha reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial de Baja California, entregada personalmente al diputado presidente de la mesa directiva del Congreso del Estado, Juan Manuel Molina, se busca que jueces especializados atiendan los casos, y se evite la revictimización de las mujeres, así como de sus hijas e hijos.
Marina del Pilar Ávila Olmeda enfatizó que es la primera vez que se presenta al Congreso del Estado una propuesta en conjunto entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, por lo que este jueves 31 de marzo se trata de un día histórico para la justicia en la entidad, uno de los servicios más importantes que se da a la ciudadanía.
En un mensaje dirigido a la comunidad judicial, la mandataria sostuvo que mientras esté en el cargo encontrarán en ella a la mejor aliada de la impartición de justicia, debido a que comprende la relevancia de ésta para el equilibrio social, para la paz y para el bienestar de todas las personas.
“Me es alentador constatar que hoy los tres Poderes del Estado cerramos filas para combatir desde todos los frentes la violencia machista, es importante avanzar hacia la impartición de justicia con perspectiva de género”, expresó.
La gobernadora manifestó que la creación de los juzgados especializados en violencia familiar contra las mujeres marcará un parteaguas en la historia judicial bajacaliforniana, y sobretodo constituye un momento coyuntural en la larga lucha en la defensa de los derechos de las mujeres, las niñas y los niños en el Estado de Baja California.
“Esto permitirá no solamente actuar de manera contundente en casos de violencia intrafamiliar, sino también ser garantes en temas tan sensibles como es una custodia o una pensión alimenticia”, agregó Marina de Pilar.
Hizo hincapié además en que la justicia en favor de las mujeres no tiene horarios, sino que es inmediata y es las 24 horas del día los siete días de la semana, por lo que el trabajo de la autoridad será generar confianza en ellas a denunciar a quienes las violentan.
Ante esos casos, refirió, el Poder Judicial de Baja California tiene una elevada responsabilidad ética, moral y jurídica de velar por la protección de quienes denuncian, razón por la cual resulta imprescindible la aplicación de una justicia con perspectiva de género.
Al respecto, el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Alejandro Isaac Fragozo López, consideró que, incluso en la comunidad jurídica, hay ausencia de capacitación en materia de perspectiva de género, lo que resulta urgente debido a que resulta preocupante y brutal la constante violencia.
Para el titular del Poder Judicial, las mujeres se encuentran en un plano de desigualdad que hace necesario otorgarles una justicia especializada, y aplaudió la iniciativa presentada ante el Congreso, ya que se trata de una muestra que la sociedad está cambiando.
En el evento estuvieron presentes además las magistradas Columba Amador Guillén y Karla Amaya Coronado, quienes hicieron relevancia a la importancia que tiene la protección a la mujer en la práctica diaria de la justicia, así como los avances que se han tenido en la sensibilización de las y los jueces que forman parte del Poder Judicial de Baja California.
Puntualmente, Amaya Coronado señaló que el hecho de contar con juzgados familiares obliga a que las mujeres tengan que transitar de forma lastimosa entre el juez de control y el juez de lo familiar, teniendo que duplicar sus comparecencias y dejando pasar tiempo que puede ser vital, sobretodo en el entendido de que la violencia es progresiva.