El titular de la ONU, pidió prudencia, la guerra que libra Rusia en Ucrania, podría resultar en "un huracán de hambruna" en muchos países "esta guerra afecta mucho más que a Ucrania”, podría desencadenar un “conflicto global”
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- ”La perspectiva de un conflicto nuclear, antes impensable, vuelve a estar ahora en el ámbito de lo posible", señaló el secretario general de la ONU, António Guterres.
Cuestionado por la petición de una zona de exclusión aérea que ha hecho el gobierno de Ucrania, Guterres señaló que entiende el "dramático llamamiento", pero pidió prudencia y recordó que varios países han concluido que dar ese paso podría provocar una escalada y desencadenar un "conflicto global".
Dijo que está tratando de mediar para detener la guerra en Ucrania y anunció una ampliación de la ayuda humanitaria al país ante el impacto "aterrador" que el conflicto está teniendo en la población civil.
Guterres, en declaraciones a los periodistas, explicó que ha autorizado el uso de 40 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias para reforzar la asistencia a los afectados por el conflicto, una cantidad que se suma a 20 millones de dólares ya anunciados previamente.
Esta nueva partida se usará para financiar el suministro de comida, agua, medicinas y otra ayuda vital, así como para dar dinero en efectivo a población vulnerable, según la ONU, que alertó de que las vías de entrada y salida a ciertas ciudades son cada vez más precarias.
"El país está siendo diezmado ante los ojos del mundo. El impacto sobre los civiles está alcanzando proporciones aterradoras. Innumerables personas inocentes, incluidas mujeres y niños, han sido asesinadas. Después de ser atacados por las fuerzas rusas, las carreteras, los aeropuertos y las escuelas están en ruinas", denunció Guterres.
El jefe de Naciones Unidas recordó que al menos 24 instalaciones sanitarias han sufrido ataques y que hay cientos de miles de personas sin agua ni electricidad.
"Con cada hora que pasa, dos cosas están cada vez más claras. Primero: esto sigue empeorando. Segundo: sea cual sea el resultado, esta guerra no tendrá ganadores, solo perdedores", apuntó.
El político portugués subrayó que "es hora de detener el horror lanzado contra el pueblo de Ucrania" y condenó cualquier ataque contra la población civil o las infraestructuras civiles, aunque dejó claro que la "abrumadora mayoría" de ellos han sido cometidos por las fuerzas rusas.
Guterres defendió la necesidad de un cese inmediato de las hostilidades y de unas negociaciones "serias" entre las partes.
El diplomático portugués dijo que ha mantenido contactos con varios países -incluidos China, Francia, Alemania, India, Israel y Turquía- para tratar de mediar y detener el conflicto.
"Una mayor escalada de la guerra, ya sea por accidente o programada, amenaza a toda la humanidad", advirtió Guterres, que consideró "escalofriante" la decisión rusa de elevar el nivel de alerta de sus fuerzas nucleares.
Guterres también alertó contra las repercusiones de la guerra que libra Rusia en Ucrania, que podría resultar en "un huracán de hambruna" en muchos países.
La detención de la producción agrícola en Ucrania y Rusia debido al conflicto golpeará "más duramente a los más pobres y sembrará semillas de inestabilidad política y malestar en todo el mundo", subrayó Guterres a periodistas en Nueva York.
"Esta guerra afecta mucho más que a Ucrania", agregó.
"Los precios de los cereales ya superaron los de principios de la Primavera Árabe y los disturbios por alimentos de 2007-2008", afirmó, agregando que el índice mundial de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) "está en su mayor nivel jamás registrado".
"Debemos hacer todo lo posible para evitar un huracán de hambruna y el colapso del sistema alimentario mundial", subrayó Guterres.
Rusia y Ucrania son considerados ambos "el granero de cereales" del mundo.
En total, "45 países africanos y los menos desarrollados importan al menos un tercio de su trigo a Ucrania o Rusia; 18 de estos países importan al menos el 50%. Esto incluye países como Burkina Faso, Egipto, República Democrática del Congo, Líbano, Libia, Somalia, Sudán y Yemen", dijo Guterres, quien volvió a pedir un rápido fin de las hostilidades.