A solicitud de un juez federal de Estados Unidos, dos condenados a muerte en Oklahoma pidieron ser ejecutados mediante fusilamiento, con tal de postergar su ejecución por inyección letal
OKLAHOMA, ESTADOS UNIDOS.- A solicitud de un juez federal de Estados Unidos, dos condenados a muerte en Oklahoma pidieron ser ejecutados mediante fusilamiento, con tal de postergar su ejecución por inyección letal, informó al juez uno de los abogados de los presos.
Los dos presos, Donald Grant y Gilbert Postelle, le pidieron al juez Stephen Friot suspender temporalmente sus ejecuciones hasta que se pueda realizar un juicio sobre si el método usado por Oklahoma para aplicar la pena de muerte, de inyectarle tres tóxicos al preso, es constitucional.
Un juicio en torno al tema debe empezar el 28 de febrero, presidido por Friot, pero el magistrado ha aclarado que, para considerar la denuncia, los denunciantes deben ofrecer un método alternativo de ejecución. Grant y Postelle hasta ahora no habían propuesto otro método de morir. Sus fechas de ejecución son el 27 de enero y el 17 de febrero, respectivamente.
Si bien parece grotesco, nosotros coincidimos en que será una muerte más rápida, declaró el abogado Jim Stronski al juez Friot el lunes tras una audiencia en Oklahoma City.
Casi una treintena de condenados a muerte que participan en la demanda habían accedido antes a presentar opciones en sus métodos de ejecución, como combinaciones distintas de fármacos o por pelotón de fusilamiento, uno de los métodos de ejecución autorizados por las leyes de Oklahoma.
Friot no emitió una decisión el lunes, pero avisó que espera poder emitir una orden para fines de la semana.
En este tema hay una gran cantidad de interrogantes sobre las que tengo que ponderar, expresó Friot.
Entre los expertos que testificaron estuvo el doctor James Williams, quien tiene más de 40.000 horas de experiencia como médico de salas de emergencia en Texas y quien ha estudiado detenidamente el uso de pelotones de fusilamiento.
Williams, quien sufrió un balazo en el pecho, testificó que, si un preso es fusilado con cuatro tiros al área cardíaca, la muerte vendría tan rápido que el preso no sentiría dolor. Añadió que, a diferencia de las inyecciones letales, hay muy poca probabilidad de que fracase una ejecución.
Oklahoma nunca ha usado los fusilamientos como método de ejecución, pero las leyes actuales los permiten si otros métodos, como las inyecciones letales, son calificados de inconstitucionales o si de alguna forma inaplicables.
El Departamento Penitenciario de Oklahoma actualmente no tiene protocolos para ningún tipo de ejecución que no sean las inyecciones letales.