LEÓN, GUANAJUATO.- Con gol en los últimos minutos, León consiguió clasificar a la final al derrotar 2-1 a Tigres, empatar en el global 3-3, y avanzar por mejor posición en la tabla.

Los Esmeraldas llegan a su séptima final, en la que tratarán de ganar su noveno título de Liga.  Fue un duelo seco, de muchos golpes, de muchas emociones, bien jugada en intensidad, y que al final ganó quien arriesgó en el momento debido y quien cuidó el resultado, quizá demasiado pronto.

Ariel Holan, quien nunca jugó profesionalmente al futbol, e inició su andar como técnico Enel hockey sobre pasto, llega a su primera final en México, quizá aprovechando el trabajo que dejó Ignacio Ambriz, pero aprovechándolo bien. Miguel Herrera entrega buenas cuentas a Tigres, pero no excelentes, No llegar a la final para un equipo como Tigres siempre es un fracaso.

León salió a comerse el juego. Salió a hacerse sentir como local y lo logró apenas al inicio del partido, cuando Javier Aquino se equivocó en la salida, propiciando el gol de León, marcado por Ángel Mena (7’).  Enseguida vino el segundo del ecuatoriano, pero este fue anulado por fuera de lugar. Tigres se fue al abordaje en busca del empate en el juego, y en una distracción defensiva leonesa el balón le quedó a Diego Reyes quien de volea metió el balón al ángulo (15’).

El juego se quedó sin media cancha. Rápidos recorridos al área para buscar aproximaciones. Nahuel tuvo más trabajo, por ahí se reclamaron manos que el central no marcó y ni el VAR rectificó. Cota tuvo menos trabajo, pero Gignac quedó cerca en un remate.

Ajustó Miguel Herrera, dejó de pelear por tener el balín en media cancha, y decidió jugar en largo, por eso metió a Carlos González para retener la pelota. El plan funcionó, León dejó de ser tan incisivo en el ataque y Herrera lo reforzó al meter a gente de carácter defensivo.

El plan no fue del todo preciso para Tigres, ya que León aprovechó el que se replegara y comenzó a bombardear la cabaña de Nahuel Guzmán, quien hizo tres atajadas de ensueño, pero ya no pudo con el centro bombeado que remató Mena en la línea de gol (84’).

Hubo conatos de bronca, pasión desbordada, Tigres ya no se levantó y el mejor felino fue el León, quien va por su novena corona.