Un turista sudafricano de 71 años murió al ser pisoteado por una elefanta en el Parque Nacional Mana Pools de Zimbabue
HARARE, ZIMBABUE.- Un turista sudafricano de 71 años murió al ser pisoteado por una elefanta en el Parque Nacional Mana Pools de Zimbabue, informó el jueves la agencia de parques del país. Hace unos días ocurrió otro encuentro fatal con un elefante en otro parque.
Una elefanta sin colmillos embistió al hombre y su hijo de 41 años mientras daban un paseo matutino por el parque, dijo a The Associated Press Tinashe Farawo, portavoz de la Autoridad de Gestión de Parques y Vida Silvestre de Zimbabue.
Mana Pools es Patrimonio Mundial de la UNESCO y es conocido por su espléndido entorno a lo largo del río Zambeze y una llanura repleta de elefantes y otros animales salvajes.
Michael Bernard Walsh, un veterinario de Ciudad del Cabo, era un turista leal que visitaba Mana Pools casi todos los años durante los últimos 35 años, dijo Farawo.
Padre e hijo dejaron su automóvil a unos 40 metros del sitio del percance. Debido a su edad, lamentablemente, el hombre mayor no pudo escapar al vehículo. Su hijo vio cómo el elefante mataba a su padre, dijo Farawo.
Los parques nacionales y los grupos ambientalistas de Zimbabue están reportando cada vez más casos de conflictos entre personas y animales silvestres. Más de 40 personas han muerto a causa de estos conflictos en parques y otras áreas rurales de Zimbabue en lo que va de año, dijo Farawo.
Al igual que otros parques en Zimbabue, Mana Pools experimenta un clima cálido y seco en esta época del año, lo que limita las fuentes de alimento y agua para los miles de elefantes, leones, búfalos, cebras, perros salvajes, hienas, cebras, antílopes y otros animales.
Como resultado, los animales incursionan en las comunidades humanas vecinas en busca de agua, cultivos y ganado para alimentarse.
Zimbabue tiene aproximadamente 85 mil elefantes y la vecina Botsuana tiene más de 130 mil. Los dos países tienen las poblaciones de paquidermos más grandes del mundo. Los dos países del sur de África están presionando para que se les permita vender los colmillos de marfil que han sido confiscados a los cazadores furtivos y usar los fondos para la conservación de los animales.