Rechaza la medida porque atenta contra la inversión, las finanzas públicas, los tratados internacionales y resulta tóxica para las familias mexicanas, afirma
ENSENADA.- La reforma constitucional en materia eléctrica promovida por el Ejecutivo Federal, más bien es energética, por la desaparición de organismos como la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y el CENACE, es un duro golpe contra un principio básico de una economía sana: la libre competencia, consideró la Coparmex.
En conferencia de prensa, Martín Muñoz Barba, dirigente de Coparmex en Ensenada, dijo que ese organismo rechaza la medida porque atenta contra la inversión, las finanzas públicas, los tratado internacionales y resulta tóxica para las familias mexicanas.
Con datos de la CRE a septiembre de 2021, se observa que la energía que genera CFE es 4.9 veces más cara que la que produce el sector privado ($1,852 pesos por megawatt hora -MWh- contra 377 pesos por MWh), señaló.
De acuerdo con datos de la Auditoría Superior de la Federación de 2018, precisó, la operación de unidades de la CFE presentan una menor eficiencia térmica y han excedido su vida útil, lo que repercute en mayores costos de operación.
Aseguró que desde 2019, en promedio, las empresas de generación privada han logrado reducir su costo unitario de generación (precio por MWh generado) en 19.6%. En específico, las plantas de energía eólica y solar han reducido su costo en 20.1% y 19.4%, respectivamente.
Explicó Muñoz Barba que la CFE se ha beneficiado de la competencia, y ha logrado reducir su costo de generación en energía eólica y solar en promedio desde 2019 en 5.2 y 19.5%, respectivamente. Sin embargo, estas tecnologías solo representan el 0.2% y el 0.01% de su producción total.
Por lo tanto, si se excluye a los privados y se apuesta por el monopolio de la CFE, sus elevados costos se traducirán en mayores tarifas o en más subsidios, advirtió.
Subrayó que CFE no es eficiente en la generación de electricidad, ni lo será, si se le entrega el monopolio, porque implicaría mayores precios de la electricidad, insumo básico para las industrias, negocios, oficinas y los hogares.
Solo podrán esperarse dos resultados: Más subsidios para evitar que el precio que las personas vean en su recibo aumente, recursos públicos que pudieran utilizarse para medicamentos, mantenimiento a las escuelas o adquirir patrullas, y en contrario, se irá para cubrir la ineficiencia de CFE.
También habría aumento de costos de electricidad para las empresas, lo que provocará que los bienes y servicios suban de precio, entonces el golpe también lo recibirán las familias de forma indirecta.
Para 2022 la CFE tiene presupuestados 73 mil millones de pesos para subsidios, casi lo equivalente al presupuesto destinado a becas para todos los niveles educativos (88%) o al Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social para todas las entidades (78%), apuntó el presidente de Coparmex-Ensenada.
Dijo que la CFE se ha convertido en un barril sin fondo y no hay gasto público que pueda alcanzar para financiar el incremento en los costos y subsidios, lo que implicaría la necesidad de que el gobierno se endeude todavía más a costa de “nuestros impuestos hoy y, de nuestros hijos en el futuro.”
México cuenta con abundantes recursos solares y eólicos, suficientes para generar el 100% de la energía que requiere el país, pero increíblemente no se está aprovechando.
La iniciativa del gobierno federal, señaló, elimina los Certificados de Energía Limpia que son un incentivo para que las personas y empresas generen energía eléctrica limpia y la CFE no tiene esa capacidad.
Informó Muñoz Barba que las plantas hidroeléctricas de la CFE, durante 2021, en promedio fueron mil 162 y mil 155 pesos por MWh más caras que las plantas de energía eólica y solar del sector privado.
Sin la participación de los privados, se vuelve inviable que México cumpla con su compromiso en materia de transición energética de generar 35% de su energía a partir de fuentes limpias para 2024 plasmado en el Acuerdo de París, advirtió.
El presidente de Coparmex-Ensenada indicó que de nada sirve decirnos “soberanos” o “nacionalistas” si las familias sufrirán apagones, tendrán que pagar más por la luz o si deja de llegar al país la inversión que genera empleos.
“Queremos una CFE fuerte, moderna y que nos haga sentirnos orgullosos, pero quemando carbón o combustóleo, dañando al planeta y contaminando el aire que respiramos lo único que podemos sentir es vergüenza e indignación”, apuntó.
Hoy, el país enfrenta la peor crisis económica y sanitaria en la historia, por ello, subrayó, “exigimos a los legisladores que piensen en México, en las familias y que no antepongan valoraciones políticas para aprobar una reforma que es tóxica y cuyo daño no tendrá retorno.