El petróleo subía la mañana de este martes martes hacia los 84 dólares el barril, cerca de un máximo de tres años, respaldado por un repunte de la demanda mundial

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- El petróleo subía la mañana de este martes martes hacia los 84 dólares el barril, cerca de un máximo de tres años, respaldado por un repunte de la demanda mundial que está contribuyendo a la escasez de energía en grandes economías como China.

El Brent ganaba 17 centavos, o un 0.2%, a 83.82 dólares el barril luego de que el lunes trepó a 84.60 dólares, máximo desde octubre de 2018. El West Texas Intermediate subía 8 centavos, o 0.1%, a 80.60 dólares tras llegar en la víspera a 82.18 dólares, su nivel más alto desde fines de 2014.

Con la demanda creciendo a medida que las economías se recuperan de los mínimos pandémicos, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y productores aliados, conocidos colectivamente como OPEP+, mantienen sus planes de restaurar la producción gradualmente en vez de elevar la oferta rápidamente.

El precio del Brent ha aumentado más del 60% este año. Además de la moderación de la oferta de OPEP+, el repunte se ha visto impulsado por los precios récord del gas en Europa, que han alentado un cambio al petróleo para la generación de energía.

Los precios de la energía se han disparado a máximos históricos en las últimas semanas, impulsados por la escasez generalizada de energía en Asia, Europa y Estados Unidos. Se espera que la crisis energética que afecta a China dure hasta finales de año.

Con el aumento de los precios, OPEP+ se ha visto sometida a la presión de las naciones consumidoras. Un funcionario estadounidense dijo el lunes que la Casa Blanca mantiene sus llamados a los países productores de petróleo a "hacer más”.

En Europa, los márgenes han subido de “esencialmente cero en junio” a niveles casi prepandémicos, impulsados en parte por una mayor demanda de combustibles diésel y de tipo jet, dijo Citigroup en un informe. En Singapur, los márgenes complejos se han elevado a los más altos en dos años, mientras que los del diésel están cerca de un máximo de 21 meses.

Aún así, el ritmo del aumento del petróleo, combinado con el aumento de los precios de otras materias primas energéticas y metales, está provocando inflación y amenaza con golpear a las economías que se recuperan de la recesión pandémica. Las industrias europeas se ven obligadas a engarzar o cerrar sus operaciones. Eso, a su vez, podría afectar la demanda de petróleo.