Viajar a una ciudad nueva y buscar vivir como lo hace un local puede ser una de las experiencias más gratificantes que hay en el mundo
Por Manuel R. Medina
PARÍS, FRANCIA.- Viajar a una ciudad nueva y buscar vivir como lo hace un local puede ser una de las experiencias más gratificantes que hay en el mundo. Es por eso que en este medio de comunicación nos dimos a la tarea de infiltrarnos con los ultras del París Saint-Germain (PSG), para presenciar la victoria de 2-0 del equipo ante el Manchester City en la UEFA Champions League.
Para entrar a la porra, hay que comprar boletos que rondan desde los 100 euros en la zona Auteuil del estadio Parque de los Príncipes. Al ingresar al inmueble la seguridad se mantiene alerta de que el fanático no entre con nada peligroso ni que pueda ser arrojado desde el segundo piso del inmueble.
Y ya dentro de la zona de los ultras, todo es una fiesta. Siguiendo el modelo de los fans italianos, los seguidores del PSG muestran su apoyo con banderas, bengalas, cánticos y bufandas también. Durante los 90 minutos del encuentro, que vio anotar a Idrissa Gueye y el primer tanto de Lionel Messi con el conjunto parisino, los fans no pararon de cantar y solo se sentaban al medio tiempo para descansar un poco de tanto ajetreo.
Pero quizás lo mejor es que esa zona del estadio se pone a la venta al público en general, por lo que hombres de la tercera edad y extranjeros pueden quedarse ahí para presenciar el encuentro de la Champions League, la única es que no paren de alentar a la oncena de París.
Y los fanáticos se sienten como en casa. Pese a no conocerse, cada que caía el gol de los locales todos se fundían en un abrazo de unidad, demostrando que en París no importa el color de piel ni el lugar de origen, lo único que importa es que se apoye al París Saint-Germain de corazón durante todo el partido.