José María Guízar Valencia, llevaba aproximadamente seis meses hospedado en el hotel Marbella en la Ciudad de México.
CIUDAD DE MÉXICO.- José María Guízar Valencia, llevaba aproximadamente seis meses hospedado en el hotel Marbella, en la Ciudad de México, pero el hombre de 38 años, de doble nacionalidad, ya tenía marcaje personal de las autoridades federales que siguieron todos sus movimientos a detalle.
El inmueble marcado con el número 205, en la calle Frontera de la colonia Roma Norte, entraba y salía como si nada, parecía estar de vacaciones.
El jueves, José María Guízar Valencia, El Z-43, líder de la organización de Los Zetas, salió del hotel como acostumbraba. Su outfit era casual, una camisa color rojo.Los trabajos de inteligencia de la Comisión Nacional de Seguridad, por medio de la Policía Federal, así como del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), ya eran suficientes para cumplimentar las órdenes de aprehensión por los delitos contra la salud, tráfico de armas, delincuencia organizada, homicidio y secuestro.
“¡Se equivocaron de persona!”, dijo a los elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar), cuando lo interceptaron antes de cruzar la puerta automática del hotel.
No había modo de equivocarse, lo tenían plenamente identificado como uno de los 122 objetivos prioritarios del gobierno federal .
Insistió para evitar su detención.
“¡Se está cometiendo un error!”. Pero en la operación de las autoridades no había margen de error. Se trataba de uno de los principales generadores de violencia, por quien el gobierno estadounidense ofrecía 5 millones de dólares.
No fue necesario el uso de la fuerza por la forma en que se realizó el operativo. Incluso nadie, o quizá pocos, se percataron de la detención de Guízar Valencia.
“¡Aquí no pasó nada! ¡Aquí no vimos nada!”, fustigó un empleado del hotel Marbella ubicado en la recepción.
En conferencia, el comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, detalló que en 2013 comenzó a operar en Puebla y dos años después el gobierno de Estados Unidos solicitó la extradición de El Z-43.