TIJUANA.- Ante los malos resultados, de sólo el 10 por ciento en la concesión de los amparos, fue creada la escuela judicial para brindar a la sociedad un asesor especializado en este recurso legal, y que no sea únicamente accesible a empresarios en todo su derecho o a delincuentes con poder económico.

El conferencista de la Casa de la Cultura de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Eduardo Berttolini Lizárraga, reconoció en la sesión del Colegio de Abogados “Lic. José Luis Molina Magaña”, la nula eficacia del derecho humano en el amparo si éste no llega a los grupos vulnerables.

El doctor en Derecho agregó que las cárceles se encuentran saturadas de personas por delitos menores, lo que hace visible que los juicios elitistas “no sirvan”, quienes se encuentran ligados a éstos, abusan de éstos “o les pagan para eso, para impugnarlo todo”.

Indicó que la única forma vinculante en que los derechos humanos no solamente queden en papel, es en procurar que esa facultad se vuelva realidad en el ámbito de lo legal.

Refirió la necesidad de los profesionales del derecho de volverse más técnicos y actualizarse en materia de amparo, además de tener esa obligación sobre todo en los tiempos actuales en que existe más poder de adentrarse en el conocimiento, pues éste se encuentra al alcance de todos a través de los soportes de las modernas tecnologías.

“Ahora tenemos más poder en el conocimiento al alcance todos, la Corte es la única que sube todos sus fallos, tenemos más acceso a críticas, todos estamos mejor y debemos aprovechar todo lo que tiene de bueno”, expuso.

Señaló que el recurso del amparo más utilizado es el fiscal, y refirió que aunque el penal es muy redituable, en ocasiones se torna peligroso su manejo y añadió que existen otros como el civil y de todas las materias un tanto resentidas al igual que todos los sectores en los actuales tiempos de pandemia, donde no se ha podido predecir hasta dónde llegarán sus consecuencias.