Proceso difundió documentos que dan cuenta que Anaya creo la fundación Por Más Humanismo en 2009.
CIUDAD DE MÉXICO.- Una publicación del semanario Proceso, refiere que el abanderado presidencial panista Ricardo Anaya Cortés, creó en Querétaro una fundación que, en lugar de cumplir su objetivo social de “fortalecer la conciencia democrática de los queretanos y su formación cívico-política”, fue usada por él para hacer un millonario negocio inmobiliario con constructores amigos, mediante un complejo esquema de triangulación y encubrimiento de operaciones financieras.
Para argumenta lo anterior, Proceso difundió documentos que dan cuenta que Anaya creo la fundación Por Más Humanismo en 2009, luego de ocupar el cargo de secretario particular del gobernador panista de Querétaro, Francisco Garrido Patrón.
En estos destacan que en 2010 Ricardo Anaya recibió en la cuenta bancaria de dicha fundación un depósito de 1 millón 650 mil pesos del empresario Abraham Jaik Villarreal, dueño de JV Construcciones Civiles; con esa cantidad adquirió un terreno donde construyó un edificio que en 2016 se vendió en 7 millones 854 mil pesos a la empresa Agacel Agregados Asfaltos, copropiedad de Lorena Jiménez Salcedo, presidenta de la Confederación Patronal de la República Mexicana en Querétaro.Proceso indica que el edificio se construyó en terrenos que fueron expropiados a instancias del gobierno de Garrido Patrón.
En su sitio de internet, Proceso destaca que de acuerdo con documentación oficial y financiera que obtuvo en 2010 Anaya recibió en la cuenta bancaria de la fundación un depósito de un millón 650 mil pesos del empresario Abraham Jaik Villarreal, dueño de JV Construcciones Civiles; con esa cantidad adquirió un terreno donde construyó un edificio que, en 2016, vendió en 7 millones 854 mil pesos a la empresa Agacel Agregados y Asfaltos, copropiedad de Lorena Jiménez Salcedo, presidenta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Querétaro y exsecretaria particular del gobernador panista Francisco Domínguez Servién.
Asimismo, Proceso expone que “de los 7.8 millones de la venta del edificio, construido en terrenos de alta plusvalía que fueron expropiados a instancias del gobierno de Garrido Patrón, Anaya le pagó el millón 650 mil pesos a Jaik Villarreal –12 mil más de lo que costó el terreno que inició el negocio–, pero también le transfirió 4 millones 909 mil pesos a la empresa de éste, JV Construcciones Civiles”.
“No sólo eso: de este dinero –6 millones 559 mil pesos–, JV Construcciones Civiles se quedó con 3 millones 209 mil pesos y en dos transferencias le depositó 3 millones 350 mil pesos a DG Diseño y Construcciones, propiedad de Eduardo de la Guardia Herrera, quien es, curiosamente, vocal de la Fundación por más Humanismo, que presidió Anaya”.