Del recurso hídrico dependen la mayoría de las actividades, por eso se deben adoptar técnicas que promuevan su cuidado
CIUDAD DE MÉXICO.- El uso del agua en el agro se debe encaminar hacia una economía circular, con la operación de métodos innovadores para reutilizarla y fomentar la adopción de técnicas que promuevan su cuidado, señaló el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
Resaltó que investigadores trabajan en conjunto con los productores para implementar medidas directamente en el campo y lograr un uso eficiente del recurso hídrico en los cultivos, desde una selección de semilla que tengan tolerancia, hasta métodos de riego por goteo o aspersión.
El objetivo es incorporar técnicas sustentables donde sea posible conjuntar recursos y conocimientos de manera eficiente, para brindar un mayor impulso de la productividad y la seguridad alimentaria del país, indicó.
Al participar en la vigésimo cuarta conferencia del ciclo Autosuficiencia Alimentaria e Innovación Tecnológica con Prácticas Sustentables, con el tema Agua y Soberanía Alimentaria, el funcionario federal afirmó que del recurso hídrico depende la mayoría de las actividades y sectores productivos como la agricultura.
Precisó que en México la disponibilidad del agua constituye la mayor limitante para la producción de alimentos, a lo que se suma una mayor ocurrencia de eventos climatológicos extremos como sequías e inundaciones que afectan los cultivos de manera más severa.
El tema del agua y la soberanía alimentaria en la Cuarta Transformación, agregó, supone la oportunidad de distinguir la importancia de los recursos naturales y actuar de manera integral en estratégicas para salvaguardarlos y aprovecharlos de forma más eficiente.
Villalobos Arámbula expuso que uno de los problemas más graves en el mundo es el deterioro acelerado de los ecosistemas por el cambio climático, degradación de suelos y escasez del recurso hídrico, por lo que se deberá tener mayor apertura para promover prácticas funcionales que reflejen cambios radicales en el cuidado de los recursos.
Dijo que este año ha sido difícil ante la sequía que afectó una gran parte del territorio nacional, lo que conlleva a que no haya una distribución uniforme, pues hay zonas donde la precipitación pluvial es muy escasa y dificultad la producción agropecuaria, y en contraste hay otras donde los fenómenos meteorológicos provocan inundaciones.
El titular de Agricultura destacó que hoy en día la población se ocupa más de temas como el calentamiento global y la seguridad hídrica. Y es así como ha ido en aumento la conciencia que busca tomar acciones en torno a objetivos de desarrollo sustentable desde sus casas y comunidades.
En esta administración, dijo, se busca la vinculación entre la política hídrica y la política ambiental, a través del Programa Nacional Hídrico 2020-2024, para el aprovechamiento de la riqueza natural a través de una gestión correcta e informada del agua y de la conservación de los recursos naturales sin dejar de lado las poblaciones marginadas.
Celebró que el agua y su manejo sea un tema que se escuche con mayor fuerza en todas las generaciones y siga dando pie a este tipo de charlas en las que la comunidad científica de la mano de los productores y funcionarios, hagan consciencia sobre la escases de agua y sus alternativas.
Actualmente, abundó, la Secretaría de Agricultura impulsa el Proyecto de Estimulación de lluvias en el noroeste y norte del país, para propiciar la precipitación que ayude a la recarga de presas y continuar con los ciclos agrícolas.
“Producir alimentos de manera sustentable implica más inteligencia, y sobre todo, el uso del conocimiento científico y técnico, lo que nos invita a seguir participando e informándonos para visualizar las acciones en las que podemos ser partícipes y aportar el conocimiento y la tecnología para beneficio del ahora y de las generaciones futuras”, enfatizó.
Hoy, las políticas para el campo impulsan la actividad de productores de pequeña y mediana escala.
El subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez Carrera, afirmó que las bases regulatorias y legislativas del agua definidas en gobiernos anteriores propiciaron que este recurso se concentre en pocas manos.
“El agua, que debería ser un bien para la vida, está concentrado y está siendo un factor para la desigualdad y para la depredación ambiental”, expresó.
Sostuvo que la mayor parte de los acuíferos está sobreexplotado y esto agrava la disponibilidad del agua en las siguientes décadas en el marco del cambio climático.
Afirmó que la soberanía alimentaria y la autosuficiencia alimentaria son dos decisiones que ha tomado el Gobierno de México y “ya no son los mercados los que determinan las políticas públicas en materia de alimentación”.
Manifestó que hoy las políticas para el campo impulsan fundamentalmente la actividad de productores de pequeña y mediana escala, con transición agroecológica, y en ese marco una nueva legislación de aguas se hace indispensable.
Confió en que es posible lograr una gestión más democrática del agua en la segunda mitad de este sexenio, por medio de esfuerzos conjuntos de la sociedad y los poderes Ejecutivo y Legislativo.
La subdirectora de Administración del Agua de la Comisión Nacional del Agua (CNA), Elena Burns Stuck, destacó la participación social que ha habido en consultas convocadas por el Poder Legislativo relativas a la nueva Ley General de Aguas, que busca garantizar efectivamente el derecho humano al agua.
Dijo que la legislación vigente, aprobada en 1992, en el marco de la entrada de México al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), conlleva un sistema de concesiones, ubica a este recurso como artículo de compra-venta y ha propiciado su acaparamiento en pocas manos.
Con la actual Ley, además hay mecanismos que permiten a grandes empresas y usuarios contaminar cuerpos de agua y, con más de cien acuíferos en déficit, es inviable garantizar el acceso al agua a comunidades, ejidatarios y campesinos, entre otros, lo que impide y limita objetivos del actual gobierno, como el cumplimiento de derechos de pueblos indígenas consagrados en la Constitución o derechos de núcleos agrarios determinados por decretos presidenciales, consideró.
Por otro lado, mediante un videomensaje el relator de la Organización de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos al Agua Potable y al Saneamiento, Pedro Arrojo Aguado, afirmó que si México avanza en aprobar la iniciativa de Ley General de Aguas –actualmente en Poder Legislativo— será la primera nación en consagrar efectivamente el derecho al agua a favor de la sociedad, particularmente de las personas más empobrecidas, y avanzaría en garantizar también la sostenibilidad de ríos, lagos y acuíferos.
“En 2010, la ONU aprobó la Declaración del Agua y el Saneamiento como Derechos Humanos, y América Latina madrugó en asumir esos derechos humanos en las constituciones, México entre ellos. Sin embargo, ninguno ha dado el paso de aprobar una legislación que haga operativa a la Declaración”, manifestó.
Señaló que en el planeta hay dos mil 200 millones de personas que viven empobrecidas junto a un río contaminado. Por ello, la ONU impulsa la gestión del agua, desde el respeto que merece, para recuperar la salud de los cuerpos de agua, dando prioridad a los derechos humanos que dependen del líquido: el derecho al agua potable, al saneamiento y a la alimentación.
El director del Centro Nacional de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (CNINyS-INSP), Simón Barquera, habló de fórmulas para el tránsito a un sistema alimentario con asequibilidad y disponibilidad de alimentos saludables y sin ultra procesados.
Señaló que en el país la nutrición deficiente ha propiciado la proliferación de enfermedades crónicas y obesidad y sobrepeso, lo que hace a la población vulnerable ante situaciones como la pandemia de Covid-19.
Indicó también la importancia de valorar y gestionar integralmente el agua, los recursos hídricos y las políticas agrícolas y alimentarias, para impulsar ofertas más saludables de alimentos.
La directora general de Sector Primario y Recursos Naturales de la Secretaría de Medio Ambiente, Adelita Sanvicente Tello, habló de la primacía que tiene México como país megadiverso y centro de origen de plantas cultivadas.