Enfrentamientos protagonizados por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel del Sinaloa (CDS) dejaron 18 personas muertas entre el jueves y viernes en Valparaíso
ZACATECAS, MÉXICO.- Dieciocho personas murieron en un enfrentamiento entre integrantes de grupos del crimen organizado en el norte de México, anunciaron el viernes las autoridades.
Las fuerzas de seguridad localizaron los cuerpos en la remota comunidad de San Juan Capistrano, en las cercanías del municipio de Valparaíso del estado de Zacatecas, confirmó la vocera de la Secretaría de Seguridad Pública de esa entidad, Rocío Aguilar.
Los enfrentamientos fueron protagonizados por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel del Sinaloa (CDS), precisó Aguilar.
En el lugar de los choques se encontraron tres vehículos, uno de ellos completamente calcinado.
Los enfrentamientos entre los miembros del CJNG y CDS, que rivalizan por el control del territorio, se iniciaron el jueves y se prolongaron hasta el viernes.
Aguilar relató que las autoridades recibieron el reporte sobre los choques alrededor de las 11 de la mañana, y en ese momento miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional, policías, y la fiscalía estatal se trasladaron hacia San Juan Capistrano, de unos 400 habitantes, para iniciar las investigaciones y resguardar el lugar.
En declaraciones a un medio local, el gobernador electo de Zacatecas, David Monreal, solicitó el viernes al gobierno la presencia y cobertura estatal de la Guardia Nacional por el grave problema de inseguridad que enfrenta la entidad después del ataque entre grupos armados.
El violento incidente ocurre menos de dos días después del asesinato de nueve personas, entre ellas dos policías, en dos localidades de Zacatecas.
México se vio sacudido hace casi una semana por ataques armados a manos de organizaciones criminales en la ciudad de Reynosa del estado norteño de Tamaulipas, cerca de la frontera con Estados Unidos, que dejaron 19 fallecidos, entre ellos 15 civiles y cuatro presuntos delincuentes.
Las investigaciones preliminares de la fiscalía estatal revelaron que los ataques ocurridos en Reynosa el 19 de junio fueron ejecutados por miembros de los Ciclones y los Escorpiones, ambas facciones del Cártel del Golfo, con la finalidad de generar terror entre la población y tomar el control de la ciudad fronteriza donde operan los Metros, otra división del grupo.
Al preguntársele sobre los ataques en Tamaulipas, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió el viernes que el problema es grave porque se afectó a personas inocentes, y aseguró que ya se está avanzando en el caso.
Por los hechos fueron detenidas cinco personas que se presume pertenecen a facciones del Cártel del Golfo.
Reynosa, con más de 600 mil habitantes, es escenario habitual de actos de violencia vinculados al crimen organizado. En esa zona opera el Cártel del Golfo, en cuyo seno hay distintas facciones que luchan entre sí con el fin de controlar territorios clave para el tráfico de drogas y migrantes.
Las políticas de seguridad del gobierno de López Obrador enfrentan fuertes cuestionamientos. Luego de tres años en el poder, el mandatario asegura que sus acciones contra la delincuencia, que se sustentan en el lema de abrazos, no balazos, han sido más efectivas y menos violentas que las de gobiernos pasados.
Analistas y opositores sostienen que el gobierno no tiene un plan de seguridad definido y sólo aplica acciones aisladas que no han contribuido a resolver el problema. Mientras tanto, las organizaciones criminales y los cárteles de droga han ampliado sus áreas de control.
En los primeros cinco meses del año los delitos federales bajaron 27,2% en comparación con el mismo período del 2019, informó esta semana la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez. Dijo también que entre enero y mayo hubo 14.243 homicidios dolosos, una disminución de 2,9% respecto al mismo período del año pasado.