Por Orlando SARMIENTO ROMÁN / El Club de Cinéfilos

“El Diablo me obligó a hacerlo”, es el título de la nueva cinta del universo cinematográfico de “El Conjuro” que significa la tercera parte de la trilogía y al parecer el cierre de la historia de Ed y Lorraine Warren, después de un exitoso paso por la historia del cine de terror.

En esta cinta, la pareja de demonólogos vuelve para ayudar a la familia Glatzel, realizando un exorcismo a su hijo de 8 años David, lamentablemente las cosas salen terriblemente mal y es ahí donde la verdadera historia comienza, al transferir la posesión de David al joven Arne Johnson.

Basada en hechos reales como sus predecesoras, la trama nos llevará a acompañar a los Warren a uno de los más grandes retos de su famosa y polémica carrera, a sumergirse en la investigación de una posesión que aparentemente ya no está presente, mientras la vida del joven Arne está en juego.

Esta es la historia del primer juicio por asesinato en donde el acusado se declara inocente bajo la influencia de una posesión demoniaca en los Estado Unidos, veremos a los Warren en un rol de investigadores paranormales nunca antes vista, donde irán descubriendo los secretos que hay detrás de esta extraña posesión.

La película es una mezcla entre un giro nuevo a la franquicia y un esfuerzo por mantener su esencia, en la narrativa, fotografía y otros aspectos que la caracterizan, cabe resaltar que es la única cinta de la trilogía que no está dirigida por James Wan creador de este universo, Gabriel Chaves es quien toma las riendas de este proyecto.

Definitivamente es una historia muy diferente a sus predecesoras, cambiando la dinámica de los personajes dentro del mismo contexto, en momentos parece ser más una cinta de misterio que una de terror, lo cual no es precisamente un aspecto negativo, pero si un detalle a resaltar.

Podemos encontrar inspiración de otras cintas del género como El Exorcista, El Resplandor, Dr. Sueño, El Exorcismo de Emily Rose, que complementan la esencia original, logrando que tenga una identidad propia dentro de esta franquicia.

Resumiendo, la cinta, hay que resaltar que es entretenida, eso sí, baja un poco los decibeles en el rubro del terror respecto a las anteriores entregas, lo cual podría quedar a deber para quienes esperan un buen susto, ya que el misterio y la intriga, son los aspectos que predominan para darle un toque sombrío.

Esta cinta al parecer marca un cierre en el ciclo de una de las franquicias de terror más exitosas de la historia, aunque este “cierre” pueda ser incierto, ya que en Hollywood todo puede pasar. Y no nos extrañemos que los Warren podrían regresar en alguna otra cinta de este universo cinematográfico.