En total 37 investigadores del CICESE están en la AMC, 7 son mujeres
ENSENADA.- La Academia Mexicana de Ciencias (AMC), la principal asociación independiente que reúne a investigadores con destacada trayectoria en ciencia y tecnología en nuestro país, aceptó la postulación de la doctora Patricia Juárez Camacho, investigadora en el área de cáncer y enfermedades óseas en el Departamento de Innovación Biomédica del CICESE, para que se integre como miembro regular en su sección académica de Biología.
Solo miembros de la AMC pueden postular candidatos y éstos deben tener una destacada y constante contribución en ciencia y tecnología que justifique su incorporación a la academia.
Una vez al año se lanza una convocatoria en la que, para evaluar a los candidatos, se toma en consideración su trayectoria científica en instituciones mexicanas; su contribución en la formación de recursos humanos de alto nivel, principalmente en doctorado; la recepción de financiamientos a los proyectos de investigación como responsable, y que esté establecido en nuestro país, entre otras consideraciones.
“Me siento profundamente honrada con mi ingreso a la AMC. Mi carrera en investigación la inicié en 1996, cuando tuve la magnifica oportunidad de ser elegida para realizar una estancia de verano como parte del programa ‘Verano de la Investigación Científica’ de la AMC. Yo era estudiante de licenciatura en la Universidad Veracruzana, y fue gracias a la Academia de Ciencias que pude tener mi primer acercamiento con la ciencia. Después de esa estancia en el Instituto de Biotecnología de la UNAM, tuve claro que después de la carrera estudiaría un posgrado. Esa chica nunca imaginó que un día sería investigadora.
“Me recibí como maestra y doctora en ciencias bioquímicas por la UNAM y realicé dos estancias postdoctorales en Estados Unidos, en las universidades de Indiana y Virginia. A pesar de que es difícil la carrera científica, siempre quise regresar a México para aplicar los conocimientos aprendidos y avanzar la ciencia en mi país. Esta oportunidad llegó en 2014 cuando me contrataron como investigadora titular en el CICESE.
Ahí comencé a desempeñarme como investigadora independiente en el área de cáncer y metástasis ósea”, comentó la doctora Juárez Camacho.
Hasta febrero del presente año la AMC contaba con casi 3 mil miembros, una cuarta parte mujeres. De ellos, 37 son investigadores del CICESE (activos, retirados o que ya han fallecido), y de éstos, 7 son mujeres (ella incluida).
Patricia Juárez reconoce que en los últimos seis años su grupo de investigación se fortaleció gracias a que obtuvo recursos para sus proyectos en las convocatorias CONACYT-Salud, CONACYT-Problemas Nacionales, CONACYT-Ciencia Básica y CONACYT-CIESAS. Estos proyectos han sido otorgados para avanzar diferentes aspectos de la investigación en dos líneas principales: 1. Mecanismos y tratamiento del cáncer metastático en los huesos, y 2. Estudio de nuevas moléculas moduladoras de la remodelación ósea.
En 2016 fue premiada con uno de los “Rising Star” por parte de la American Society for Bone and Mineral Research (ASBMR), una distinción que se otorga para financiar la investigación de científicos jóvenes prometedores. “Con estos recursos logramos fortalecer la infraestructura del Departamento de Innovación Biomédica equipando una unidad de histología para apoyar la experimentación de modelos in vivo y así fortalecer el desarrollo de nuestros proyectos y los de otros investigadores en el CICESE”.
Patricia Juárez considera que ha “logrado conformar un equipo de trabajo productivo y motivado, que además de hacer ciencia de calidad, participa en colaboración con otros grupos de investigación para realizar juntos investigación multidisciplinaria que permita avanzar la ciencia en nuestro país y servir a la sociedad”.
Esto está perfectamente alineado con los objetivos que persigue la AMC, una de las instancias más importantes que tiene México para la difusión, apoyo y promoción de las ciencias en sus diversas expresiones, y que se creó en 1959 como Academia de la Investigación Científica (en 1996 cambió a su actual nombre).
Desde entonces, como asociación civil, la AMC ha promovido un conjunto de programas académicos exitosos defendiendo el que la ciencia es parte de la cultura y fortalece el pensamiento independiente y la soberanía nacional; que la producción de conocimiento es la riqueza más importante de un país y que ésta sólo se obtiene al impulsar la ciencia básica; que la creatividad y la originalidad son habilidades mucho más indispensables para enfrentar los requerimientos sociales e incluso los mercados, que la capacitación y el adiestramiento en habilidades técnicas que muy pronto pierden utilidad al ser rebasadas por otras nuevas, y que la crítica y la evaluación permanente de los resultados de las actividades disciplinarias son tareas centrales del quehacer científico y tecnológico y una de las funciones más destacadas de las ciencias, entre otros valores.