El Secretario General de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano, aseguró que los abogados del Club Campestre no han tenido éxito para tener procedimiento de expropiación

TIJUANA.- De las varias demandas de amparo promovidas, por la defensa legal del Club Campestre, en ninguna se ha acordado una suspensión de los actos reclamados que pueda detener el procedimiento de expropiación en marcha.

El Secretario General de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano, aseguró que desde el pasado 17 de marzo los abogados del Campestre presentaron la primera demanda de Amparo (de varias que han presentado) en contra del procedimiento de expropiación del Club Campestre por parte del Gobierno del Estado, las cuales no han tenido éxito.

Rodríguez Lozano dijo que la admisión de la primera demanda de Amparo fue impugnada por el Gobierno del Estado y el recurso de queja fue admitido, por lo que esa queja provocará que ese Amparo se vaya a los Tribunales Colegiados varios meses, quedando sin efectos jurídicos durante todo ese tiempo.

Pero, además, todo indica que ese recurso será procedente por lo que en la práctica dichos amparos serán “destruidos” (sobreseídos) por un defecto en su elaboración y en la vía que se escogió.

El titular de la SGG dijo que, además, en ese Amparo el juez solicitó una garantía de 200 mil pesos al Club Campestre y sus abogados, quienes ya la exhibieron. Es decir, si bien han demostrado que tienen recursos para exhibir la garantía, esto no les ha generado ningún logro jurídico.

El funcionario dijo además que apenas ayer, es decir, nueve días después de que se publicó la Declaratoria de Utilidad Pública, se apersonaron los abogados del Club Campestre a averiguar en qué consiste el proyecto técnico y el proyecto de Decreto de Expropiación, lo cual es extraño sobre todo porque el plazo legal dicta 15 días hábiles y los abogados inexplicablemente tardaron 9 días en revisar dicha declaratoria.

Al final, Rodríguez Lozano dijo que este tipo de resultados jurídicos siguen demostrando que el Gobierno de Baja California tiene la razón y el destinar el Club Campestre para el beneficio de más de un millón y medio de tijuanenses es lo correcto.