También se contemplaron acciones que contribuirían a la recuperación económica en la etapa pospandemia
CIUDAD DE MÉXICO.- La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, evalúan un plan de trabajo para fortalecer al sector agroalimentario y contribuir a la recuperación económica del país en la etapa de pospandemia.
El esquema comprende la reactivación de las cadenas productivas que contribuyen al Producto Interno Bruto Agroalimentario, integradas a través de los comités nacionales de los Sistemas Producto y de los proveedores de bienes y servicios públicos y privados necesarios para apalancar esquemas de inversión y financiamiento productivo, en escenarios que privilegian eficiencia del gasto e inclusión social con impacto positivo en lo productivo, económico y ambiental.
El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, y la representante de la FAO en México, Lina Pohl Alfaro, revisaron propuestas y recomendaciones técnicas y de financiamiento del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Mundial (BM), el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), en un ejercicio conjunto en favor del campo mexicano y del desarrollo territorial productivo.
En reunión virtual, el titular de Agricultura señaló que a través del documento integrado por la FAO, que está por ser presentado, se podrán evaluar avances y ajustes en las acciones para fortalecer las políticas públicas en el sector agroalimentario, en el que existe la prioridad de atender el rubro de inclusión social productivo.
Esta revisión, agregó, permitirá también identificar áreas de desarrollo que incidan en mayores resultados en la productividad y bienestar de la sociedad rural.
Precisó que factores externos –como fenómenos climáticos, mercados internacionales y sistemas de información— repercuten en los resultados en el ámbito agropecuario y pesquero.
Esta voluntad de trabajar en grupo de las agencias nacionales e internacionales, dijo, es de gran valía para enfrentar retos y alcanzar mejores resultados en el sector agroalimentario, el cual a pesar de la contingencia sanitaria ha dado muestra de su importancia en lo económico, en el abasto de alimentos y en su contribución a la seguridad alimentaria mundial.
La información es útil para reafirmar y ajustar acciones, con un análisis interno, crítico y puntual, y realizar los pasos necesarios para proyectar las actividades de este gobierno en beneficio directo de los productores, subrayó Villalobos Arámbula.
La representante de la FAO en México, Lina Pohl Alfaro, indicó que agencias internacionales y diversas áreas de la Secretaría de Agricultura conjuntaron trabajos en el diseño de un documento de política pública para el sector agroalimentario del país, en el que se consideran temas específicos sobre Sistemas Producto, análisis de cadenas de valor en maíz y frijol, manejo de información, escenarios de inversión y acceso al financiamiento.
Adelantó que las recomendaciones y escenarios planteados en el estudio del organismo facilitarán fomentar inversión pública y privada en las cadenas de valor de productos como café, caña de azúcar, leche, ornamentales, oleaginosas y granos básicos (maíz, frijol, trigo y arroz).
Se trata, dijo, de un proyecto de impulso al sector en la etapa de pospandemia.
Consideró que con el conocimiento y la suma de voluntades se hará un mejor diagnóstico y planeación en el desarrollo del sector agroalimentario, con el objetivo de hacer más eficiente el gasto y tener mejores alianzas y acciones integrales que incidan en lo productivo, económico y social.
Los representantes del BM, Tomás Rosada; de FAO, Marcos Sánchez Carrillo; CIMMYT, Bram Govaerts; IICA México, Diego Montenegro, y FIDA, Moira del Ponte Flores, detallaron temas referentes a cadenas de valor en cuencas lecheras en el sur sureste, maíz y frijol, estudio de inversión pública y privada en agricultura con bienestar, financiamiento y administración de riesgos.
Destacaron que la inversión pública-privada empuja el crecimiento en el sector e incide, de acuerdo con la atención a la población objetivo, en la reducción de la pobreza rural.
Resaltaron la importancia del acompañamiento institucional con los programas prioritarios Producción para el Bienestar, Fertilizantes para el Bienestar y Precios de Garantía, que fomentan y estimulan la productividad e inclusión en el campo.