Un total de 54 países africanos exigieron una retractación y disculpas por lo que llamaron comentarios "xenófobos".
WASHINGTON, EU. – Las críticas contra el presidente estadounidense Donald Trump, cada vez son mayores, y en las últimas horas ha sido descrito como “racista”, “vulgar”, y una “vergüenza”, luego de que diversas fuentes lo acusaron de haber calificado de “países de mierda” a Haití, El Salvador y naciones africanas.
Trump no tardó en defenderse y a través de Twitter, expresó su incoformidad. En un primer mensaje, admitió que en una reunión el jueves en la Casa Blanca, para discutir un plan bipartidista para proteger a los llamados dreamers usó un lenguaje “duro”, pero negó haber recurrido a los términos que según funcionarios presentes, utilizó. Conforme crecían las protestas y la indignación, volvió a la defensiva. “Nunca dije nada despectivo sobre los haitianos, excepto que Haití es, obviamente, un país muy pobre y con muchos problemas. Nunca dije ‘sáquenlos’. Inventado por los demócratas”, aseguró. Sin embargo, el senador demócrata Rick Durbin, quien participó en la reunión del jueves, afirmó que Trump sí utilizó las palabras “países de mierda, y las dijo repetidamente”.
Según esto, Trump habría cuestionado “¿por qué todas estas personas de países de mierda vienen aquí?”, y añadido que prefería a inmigrantes de países como Noruega.
El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, envió una severa nota diplomática de protesta a la Casa Blanca por lo que catalogó como “lamentables expresiones”. En una declaración, expresó su “profundo rechazo a ese tipo de afirmaciones”, señaló que presentó una nota de protesta a Washington porque esperó “prudentemente” que el gobierno de EU difundiera un pronunciamiento oficial “para aclararlas o desmentirlas” y por “tener conocimiento únicamente a través de redes sociales, de algunas reacciones del presidente Trump, donde acepta implícitamente el uso de términos duros en menoscabo de la dignidad de El Salvador y de otros países... El Salvador demanda respeto a la dignidad de su noble y valiente pueblo”.
El gobierno haitiano emitió una enérgica nota en la que consideró “inaceptables” las palabras “odiosas y abyectas” de Trump que, consideró, reflejan “una visión simplista y racista completamente equivocada”.
Un total de 54 países africanos exigieron una retractación y disculpas por lo que llamaron comentarios “xenófobos”, tras una reunión de emergencia en la que embajadores expresaron su preocupación por “la continua y creciente tendencia de EU a denigrar a África”. La Unión Africana tachó las declaraciones de Trump como “hirientes” y “perturbadoras”.
El gobierno de Botsuana convocó al embajador estadounidense para explicar si esa nación africana es “considerada un país de mierda”.
Incluso el noruego Jan Egeland, ex secretario general adjunto de Naciones Unidas (ONU), señaló que “lo único que me llevaría a emigrar a EU es su sociedad multicultural. No la eliminen”.
Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado para Derechos Humanos de la ONU, dijo que “si se confirman, son comentarios escandalosos y vergonzosos por parte del presidente de Estados Unidos. La única palabra que se puede utilizar es ‘racista’”.
Y mientras en las redes sociales ciudadanos de los países afectados subían fotos y viralizaban el hashtag #mipaísdemierda, mientras mostraban aquello de lo que se sienten orgullosos, en EU cundía la indignación. El presidente de la Cámara Baja, el republicano Paul Ryan, calificó los dichos de Trump como “muy desafortunados y de poca ayuda”, mientras que la ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton tuiteó que el mandatario sometió al país a una “visión ignorante y racista de cualquiera que no se parezca a él”. El legislador demócrata Luis Gutiérrez coincidió. “Ahora se puede decir con 100% de seguridad que el presidente es un racista. Tengo vergüenza” de él, dijo. El diario Los Angeles Times publicó un editorial señalando que el comentario de Trump fue “escandaloso, inmaduro, inhumano y vulgar y avergüenza a la nación”.
El diario sudafricano Daily Maverick fue más allá. “Al paso que vamos, los viernes casuales en la Casa Blanca pronto incluirán capuchas y antorchas”, dijo, aludiendo al Ku Klux Klan