Tampa Bay, con Tom Brady en los controles de su ataque, superaron a Green Bay 31-26 para coronarse en la Conferencia Nacional de la NFL
WISCONSIN, ESTADOS UNIDOS- De la mano de Tom Brady, los Bucaneros de Tampa derrotaron este domingo 31-26 a los Packers de Green Bay y jugarán el Super Bowl en casa.
Dos gigantes del futbol americano se enfrentaron este domingo: Brady y Aaron Rodgers. Pese a todo lo que los han logrado en sus ilustres carreras, muy raras veces se habían encontrado frente a frente en un emparrillado.
Y nunca se habían topado con tanto en juego.
El duelo por el campeonato de la Conferencia Nacional fue apenas su cuarta pulseada como quarterbacks titulares, y la primera en los playoffs.
“Recuerdo bien cuando me enteré que vendría a la NFC, pensé que esta era una posibilidad real", dijo Rodgers antes del encuentro. “Estoy entusiasmado por la oportunidad de enfrentarle una vez más”.
Los Bucs aplastaron 38-10 a los Packers en Tampa el 18 de octubre. Ambos astros también se midieron dos veces cuando Brady jugó en Nueva Inglaterra —los Packers se impusieron 26-21 en Green Bay en 2014 y los Patriots salieron victoriosos 31-17 en Foxborough cuatro años después.
Brady y Rodgers tenían bien claro que todas las miradas estarían puestas en ellos este domingo.
Brady, de 43 años, ha sido vital para que los Bucs encadenen con esta su octava victoria seguidas como visitantes, algo sin precedentes en la historia de la franquicia. Ganar en el Lambeau Field los instaló en su primer Super Bowl desde el campeonato de la temporada de 2002.
“Este es uno de los estadios de la liga donde uno más disfruta jugar", dijo Brady. “Sé que ellos están fascinados, y todo está servido para que sea un partidazo”.
Brady quiere emular a Warner, Peyton Manning y Craig Morton como los únicos mariscales de campo que comandan a dos franquicias distintas en un Super Bowl. Ya presume de seis títulos del Super Bowl y disputó un gran total de nueve con los Patriots.