El fundador de la famosa red social, quiere que está deje de ser solo un pasatiempo y que tenga un mejor uso.
SAN FRACISCO.- Zuckerberg un hombre de restos, en este 2018 ha decidido afrontar un desafió con impacto global, arreglar Facebook. Cada vez son más las voces que acusar al servicio de ser una pérdida de tiempo por su atención constante y por su escasa efectividad para atajar las noticias falsas. Con la trama rusa y la difusión de propaganda terrorista dentro de su servicio como agujeros principales. Zuckerberg lo reconoció en un post en su muro: “Tenemos mucho que hacer. Tanto para proteger nuestra comunidad contra el acoso y el odio, como de las interferencias de países. Queremos que el tiempo en Facebook esté bien empleado”.
Incluso reconoce que a veces la interpretación de las normas no es la correcta: “No hemos sido capaces de prevenir algunas situaciones. Y cometemos muchos errores al ejecutar nuestras reglas, tratando de evitar un mal uso de las herramientas. Si tenemos éxito terminaremos el año mucho mejor que comenzamos y con la trayectoria marcada”.
Es demasiado temprano para esperar cambios inmediatos, pero sí asume que la concentración de poder en su servicio no es positiva y genera desconfianza generalizada hacia el sector tecnológico. “Muchos llegamos a la tecnología porque pensamos que era una fuerza descentralizadora, una manera de poner poder en más manos. Con el auge de un pequeño número de grandes compañías tecnologías -y con los gobiernos usando herramientas para vigilar a sus ciudadanos- mucha gente considera que la tecnología ha terminado por centralizar el poder”, argumenta.
El visionario, por primera vez, se pronuncia sobre uno de los temas más candentes, la criptomoneda: “Tanto la encriptación como las criptomonedas son dos tendencias a tener en cuenta, que toman el poder de sistemas centralizados, pero corren el riesgo de ser difíciles de controlar. Me interesa saber más de ello y estudiar el impacto positivo y negativo de estar tecnologías para saber cómo usarlas mejor en nuestros servicios”.
Zuckerberg, que pone así fin a su baja por paternidad tras el nacimiento de su segunda hija, tiende una mano a los usuarios: “Estoy deseando aprender y ponerme a resolver estos problemas todos juntos”.