La película dirigida por Michel Franco es de lo mejor que ha llegado a nuestras salas de cine en esta segunda mitad del año
Por Orlando SARMIENTO ROMÁN / El Club de Cinéfilos
La cinta mexicana del momento “Nuevo Orden” llegó a las salas de cine de nuestro país, solo después de haberse estrenado en festivales internacionales tales como el Chicago International Film Festival, el Festival Internacional de Cine de San Sebastián o el Festival de Cine de Venecia.
En esta cinta, dirigida por el mexicano Michel Franco, que si bien tiene una relativamente “corta” carrera como director ya cuenta con premios en Cannes, San Sebastián, Chicago y, recientemente, El León de Plata de Venecia por esta película que sin lugar a duda dará mucho de qué hablar.
La polémica comienza desde la trama ya que, si bien narra una realidad social “ficticia”, también podrías verla como un futuro no muy distante, sin importar la reflexión final, la crudeza, violencia y tensión de la narrativa son el punto más fuerte, por no decir la clave para el desarrollo de la película.
Franco reúne un elenco que cumple correctamente con la intención de retratar el clasismo de la sociedad mexicana en esta puesta en escena, la indiferencia desde el privilegio de la clase alta, la inconformidad y el hartazgo que lleva al anarquismo de la clase baja, todo esto condensado en una buena mezcla de realismo y ficción.
Las actuaciones son algo genéricas hasta cierto punto, pero tomando en cuenta en el que el personaje principal es la sociedad misma creo que así debió de ser, el punto más fuerte de la cinta es la dirección que no le teme a subir de tono algunos puntos económico-sociales de nuestro país sin meterse en temas políticos.
Esta cinta mexicana en colaboración con el Instituto de Cine Francés es de lo mejor que ha llegado a nuestras salas de cine en esta segunda mitad del año, una película de calidad, que cabe señalar que la violencia y crudeza, aunque son totalmente justificadas hacen que esta cinta no sea apta para espectadores sensibles, sin embargo el mensaje y diálogo de reflexión que deja al espectador va más allá de los atributos técnicos y cinematográficos.