CIUDAD DE MEXICO.- El personal ocupado en la industria manufacturera registró un descenso de 3.9 por ciento anual en agosto, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El dato representó su menor caída desde abril, cuando tuvo una baja de 3.6 por ciento. De acuerdo con la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM), este indicador acumula doce meses en terreno negativo, en su comparación anual.

Por tipo de contratación, el organismo detalló que la categoría de obreros disminuyó 3.8 por ciento anual, lo que representó aminorar sus pérdidas respecto a los meses anteriores.

Los contratos de empleados bajaron 3.9 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, su peor caída desde mayo de 2018, cuando retrocedió 4.1 por ciento.

En el octavo mes del presente año, las horas trabajadas fueron menores en 6.6 por ciento, lo que representó un año con caídas.

La mayor baja en horas trabajadas se observó en las empresas relacionadas con insumos textiles y acabado de textiles con 31.5 por ciento; fabricación de prendas de vestir, con 30.3 por ciento y curtido y acabado de cuero y piel y fabricación de productos de cuero, con 29.9 por ciento.

Por otra parte, las remuneraciones medias reales en las industrias manufactureras presentaron un descenso de 0.1 por ciento anual en agosto.

De manera desagregada, los salarios pagados a obreros no presentaron cambios, las prestaciones sociales bajaron 0.3 por ciento y los sueldos pagados a empleados bajaron 0.8 por ciento, de acuerdo con datos del Inegi.

En el reporte del instituto se observó que 16 de las 21 industrias manufactureras instaladas en el país reportaron disminuciones en su personal ocupado.

Los mayores ‘recortes’ se observaron en las industrias especializadas en fabricación de prendas de vestir en 16.1 por ciento; curtido y acabado de cuero y piel en 17.2 por ciento; insumos textiles y acabado de textiles en 14.7 por ciento.

De manera mensual, el empleo en la industria manufacturera presentó un alza de 0.4 por ciento en agosto. Las horas trabajadas aumentaron 1 por ciento y las remuneraciones medias reales pagadas, descendieron 0.1 por ciento.