Haley aseguró que Estados Unidos tiene la obligación “de exigir más por su inversión, y si nuestra inversión fracasa tenemos la obligación de gastar nuestros recursos de manera más productiva”.
NACIONES UNIDAS.- En un inaudito discurso, la representante permanente de Estados Unidos ante Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley, amenazó hoy tanto a este organismo como a la comunidad internacional en caso de que apoyen una resolución sobre Jerusalén.
En una sesión especial celebrada este jueves en la Asamblea General, en que los 193 miembros de la ONU se reunieron para votar una resolución que pide revertir la decisión de Estados Unidos de declarar a Jerusalén como la capital de Israel, Haley fustigó a la comunidad internacional.
“Ningún voto en la ONU hará una diferencia (para Estados Unidos) pero sí hará una diferencia en la manera en que los estadunidenses trabajan en la ONU y en cómo veremos a los países que nos falten al respeto en la ONU. Este voto será recordado”, amagó la diplomática.
La resolución, propuesta por Egipto, fue presentada luego de que el lunes pasado Estados Unidos ejerciera su derecho de veto en el Consejo de Seguridad para bloquear una resolución que condenaba la decisión estadunidense anunciada el 6 de diciembre pasado y que solicitaba revertirla.
El documento presentado ante la Asamblea General no será legalmente vinculante, aunque sí representaría un muestra del respaldo moral y diplomático a la lucha de Palestina y a los esfuerzos de paz en el Medio Oriente.
El texto establece que “todas las decisiones y los actos que pretendan haber modificado el carácter, el estatuto o la composición demográfica de la ciudad santa de Jerusalén no tienen efecto jurídico alguno, son nulos y sin valor y deben revocarse”.
En su intervención, Haley calificó el voto como “un insulto” que no sería olvidado, y que tendría consecuencias tanto en los recursos que invierte Estados Unidos como en el respaldo que ofrece a otras naciones.
La representante señaló que Estados Unidos recordará este día “cuando seamos llamados una vez para hacer la más grande contribución a la ONU, y lo recordaremos cuando numerosos países nos llamen, como a menudo lo hacen, para que paguemos más y para usar nuestra influencia para su beneficio”.
Haley aseguró que Estados Unidos tiene la obligación “de exigir más por su inversión, y si nuestra inversión fracasa tenemos la obligación de gastar nuestros recursos de manera más productiva”.
La votación, que podría suceder alrededor de las 13:00 hora local de Nueva York, tendría de manera previsible el apoyo mayoritario de la comunidad internacional luego de que 14 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad votaron a favor del documento vetado por Estados Unidos.