CIUDAD DE MÉXICO.- El empresario Carlos Slim quiere que las personas puedan visitar a sus abuelos y que vuelvan a abrazarlos. También quiere que la gente salga a comer a restaurantes y ponga en marcha la economía de México.

El hombre más rico del país explicó el financiamiento de su fundación para el plan para que México y Argentina produzcan hasta 250 millones de dosis de la prometedora vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford contra el Covid-19 para América Latina.

AstraZeneca buscaba un socio “serio” en la región que asumiera el riesgo de comprometerse con la producción incluso antes de que la vacuna se aprobara, dijo Arturo Elías Ayub, yerno de Slim.

El plan es financiar la producción, que se distribuirá a los gobiernos, que posteriormente decidirán quién recibe las primeras dosis, señaló, y declinó comentar sobre el monto de la inversión.

Elías Ayub apuntó que el razonamiento detrás de la decisión fue simple: él sabe que esto salvará vidas. Señaló que Slim quiere que la gente se vuelva a abrazar, que visiten a sus abuelos y mamás, y que consuman en restaurantes y bares para que la economía vuelva a activarse.

México ha confirmado más de 500 mil casos confirmados y reportado arriba de las 54 mil muertes por la pandemia, pero el virus SARS-CoV-2 no muestra señales de ceder. El nuevo coronavirus también ha devastado la economía, dejando a millones de personas sin trabajo y en la pobreza.

La vacuna de AstraZeneca, que está desarrollando en conjunto con la Universidad de Oxford, ha mostrado resultados prometedores en las primeras pruebas en humanos. Ahora está lista para pasar a ensayos más grandes que probablemente sean concluyentes sobre su eficacia.

La compañía ya firmó acuerdos para suministrar cientos de millones de dosis de la vacuna experimental a Reino Unido, Estados Unidos, Europa y China. La farmacéutica británica ha dicho que entregará la vacuna al costo durante el período de la pandemia y no ha revelado cuánto cobrará después.