Este día se presentaron los primeros ventiladores 100 % mexicanos, cuya fabricación fue coordinada por el Conacyt
CIUDAD DE MÉXICO.- El Gobierno de México presentó dos ventiladores de alta especialidad elaborados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para atender la pandemia de Covid-19 en el país.
El nombre de ambos aparatos, vitales para la atención hospitalaria de la enfermedad, son Gätsi (suspiro, en otomí) y Ehécatl (dios del viento en náhuatl).
El Secretario de Salud, Jorge Alcocer, informó sobre los dos modelos de ventiladores desarrollados bajo la coordinación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y aseguró que “con estas acciones se fortalece la independencia tecnológica de México”.
La directora general del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla Roces, presentó ante los medios de comunicación los modelos Ehécatl 4T, el primer ventilador que tendrá patente del Estado, y Gätsi, resultado de la articulación virtuosa entre el Gobierno de México y la Iniciativa Privada, y enfatizó: “se trata del nacimiento de una industria nacional para salvar vidas”.
La titular del Conacyt explicó que los ventiladores fueron diseñados y fabricados en tiempo récord, en tan sólo cinco meses, y aclaró que, normalmente, este proceso llevaría entre tres y cinco años.
Aseguró que, tras el mandato presidencial de producir ventiladores 100 % mexicanos para apoyar a la Secretaría de Salud, el Consejo convocó a la comunidad científica para presentar proyectos de desarrollo de estos dispositivos.
Explicó que el CIDESI, uno de los Centros Públicos de Investigación del Conacyt, propuso el modelo Ehécatl 4T, de tipo invasivo y adecuado para pacientes adultos; mientras que la empresa mexicana Dydetec ya contaba con un prototipo con un nivel avanzado de maduración tecnológica, el cual se convirtió en el modelo Gätsi, idóneo para uso pediátrico y en adultos.
También señaló que tanto Ehécatl 4T como Gätsi superaron múltiples pruebas de calidad y seguridad sanitaria, que incluyeron ensayos en pulmón artificial y en sistemas vivos, así como pruebas pre-clínicas, entre muchos otros pasos previos a su escalamiento industrial y fabricación en serie.
Aclaró que serán fabricadas 500 unidades por cada modelo de ventilador, sumando mil unidades en total. También explicó que el costo de fabricación de estos dispositivos médicos es entre 60 % y 70 % menor, en comparación con los precios que rigen en el mercado internacional.
Asimismo, mencionó la destacada colaboración del Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial, el CIDESI, además de otros Centros Públicos de Investigación del Conacyt, como CIO, CIATEJ, CIMAV y COMIMSA.
También reconoció el trabajo logrado por las empresas que estuvieron dispuestas a colaborar, sin fines de lucro, como Dydetec, Safran y Prettl, además de una universidad pública, la Universidad de Guadalajara.
A pregunta expresa de la prensa, Álvarez-Buylla aclaró que el Conacyt no es la instancia gubernamental encargada de emitir las certificaciones de seguridad sanitaria de los prototipos de ventiladores que han solicitado aprobación ante el gobierno, lo cual es atribución absoluta de la Cofepris, y que el Consejo sólo ha coadyuvado en la elaboración de los criterios de alta calidad que éstos deben cumplir.
Reconoció que en el país hay mucho talento científico y tecnológico y anunció la puesta en marcha del Ecosistema Nacional de Innovación Abierta, que permitirá impulsar la soberanía científica y la independencia tecnológica de México.
La inversión para el desarrollo de ambos aparatos fue de casi 260 millones de pesos, con lo que “se da inicio a una industria mexicana para salvar vidas”, de acuerdo con la directora general del Conacyt.