Un reporte preliminar destaca 28 mil cuartos ocupados durante jueves, viernes y sábado, con una visita aproximada de 127 mil visitantes
TIJUANA.-Tras un fin de semana con nutrida afluencia turística, por el asueto del 4 de julio en Estados Unidos, Mario Escobedo, Secretario de Economía Sustentable y Turismo (SEST), afirmó que Baja California está avanzando en una reactivación responsable.
Dijo que la principal prioridad es cuidar los empleos, pero también dar pasos firmes en la reducción de riesgos de posible contagio, para no padecer un rebrote de Covid-19 que pudiera prolongar la pandemia.
El funcionario reconoció si bien no es momento de promover el turismo, “porque todavía no estamos en condiciones normales de recibir visitantes”, debemos atender a quienes ofrecen los servicios de manera responsable y eficiente.
En datos del fin de semana, de acuerdo con los reportes preliminares, hoteles y restaurantes operaron al 30% y el 25%, respectivamente, según los protocolos y aforos autorizados, con base en el semáforo de riesgo epidemiológico.
Escobedo Carignan comentó que se tiene un reporte de 28 mil cuartos ocupados durante jueves, viernes y sábado, con una visita aproximada de 127 mil visitantes, mismos que generaron una derrama económica de 541 millones de pesos.
Precisó también que, en Ensenada, más de mil 700 vehículos fueron retornados a sus lugares de origen, en los siete filtros aleatorios instalados en el municipio.
“En los restaurantes y hoteles que han abierto, se aprecia que están acatando las recomendaciones de seguridad emitidas por las autoridades de salud, implementando correctamente los protocolos establecidos”, insistió.
Para este fin de semana, la SEST estuvo en contacto y coordinación con dependencias de los tres órdenes de gobierno, con el objetivo de monitorear las actividades.
Entre los organismos y dependencias mencionó a los Ángeles Verdes, Caminos y Puentes Federales, FIARUM, Seguridad Pública, Guardia Nacional, Policía Federal y corporaciones municipales.
Señaló que playas, balnearios y ranchos se mantienen cerrados a la afluencia de visitantes, en tanto no se cuenten con protocolos específicos.