GUANAJUATO.- Dos días después de la matanza de 26 personas en un centro de rehabilitación de Guanajuato, la violencia continúa en este estado del centro del país, donde esta mañana un grupo de policías estatales fue atacado, resultando cinco agentes muertos por arma de fuego y dos mujeres policías heridas.

El ataque tuvo lugar esta mañana en la carretera que une Jerécuaro con Apaseo el Alto, al sur de este estado, reportó la Secretaría de Seguridad Pública y aseguró que los atacantes eran miembros del crimen organizado, aunque no mencionó a qué grupo pudieran pertenecer.

El ataque al centro de rehabilitación de la ciudad de Irapuato, también fue atribuido a la delincuencia organizada sin que ninguna autoridad haya querido tampoco dar nombres concretos de los presuntos atacantes.

Todo el estado de Guanajuato es escenario de una sangrienta lucha territorial entre el Cártel Jalisco Nueva Generación, uno de los más poderosos del país y que ha puesto más en jaque a las fuerzas federales, y un grupo delictivo local. Es además desde hace meses el estado con mayor número de homicidios del país.

No hemos podido controlar los enfrentamientos, sigue habiendo agresiones, reconoció el presidente Andrés Manuel López Obrador el viernes por la mañana, casi dos semanas después de admitir que la federación estaba interviniendo en la entidad porque la situación era incontrolable.

Todas las autoridades coinciden en que esta violencia tiene como origen el enfrentamiento entre cárteles y todas insisten en la necesidad de que haya más cooperación entre los distintos niveles de gobierno pero ninguna ha ofrecido públicamente alternativas nuevas para detener el derramamiento de sangre.

No obstante, el presidente López Obrador lleva días insistiendo en que hay un problema en la procuración de justicia del estado porque el problema se dejó crecer ya sea por irresponsabilidad o por contubernio, es decir, o se omitió o se toleró, y creció mucho, tan es así que tienen base social y eso no se construye de la noche a la mañana.