Su trabajo es parte de la memoria colectiva de los espectadores que disfrutaron sus películas, escucharon su música o jugaron con los muñecos de sus personajes preferidos.
El cineasta Walt Disney, creador de todo un universo mágico en la animación, difundió su optimismo y entusiasmo en cada una de sus producciones, por lo que a 116 años de su nacimiento, que se conmemoran este 5 de diciembre, su legado permanece vivo.
Su trabajo es parte de la memoria colectiva de los espectadores que disfrutaron sus películas, escucharon su música o jugaron con los muñecos de sus personajes preferidos.
Walt Elias Disney, su nombre completo, nació en nació en Chicago, Ilionis, el 5 de diciembre de 1901; por un tiempo creció en Marceline, Missouri y Kansas City.
Siempre tuvo la pasión por atesorar el pasado y estaba esperanzado por un mañana más brillante, informó el escritor Francisco Haghenbeck, curador de la exposición “México y Walt Disney: un encuentro mágico”.
Los padres de este animador estadunidense eran personas de pueblo con antepasados irlandeses, alemanes y franceses.
Fue hasta 1910 que se mudaron a Kansas City, donde tenían un negocio familiar de venta de periódicos. Ahí, entre las locomotoras y el vapor de las vías, Walt y su hermano Roy contribuyeron a la economía del hogar.
Desde sus años escolares descubrió su pasión por el dibujo y quiso convertirse en historietista; en 1918, a finales de la Primera Guerra Mundial, se enlistó en el Cuerpo de Ambulancias de la Cruz Roja, convirtiéndose en chofer de ambulancias después de la guerra en Europa.
A su regreso a Kansas City, consiguió un trabajo en el Estudio de Arte Pesaman-Rubin, donde conoció a Ub Iwerks, artista con el que sostuvo una amistad y comenzó su estudio de animación, pero sin mucho éxito.
Ambos se contrataron en la empresa Kansas City Film Ad Company, elaborando anuncios para negocios locales, hasta que resolvieron dedicarse a la animación.
En enero de 1920, con mayor conocimiento de las técnicas de animación, Disney y Ub Iwerks fundaron Laugh-O-gram Films, Inc, al lado de varios animadores. Juntos produjeron varios cortos basados en cuentos de hadas, con más costos que ganancias.
Fue hasta que presentó el concepto de “Alice´s Wonderland”, donde combinaba imagen real con animación, a la distribuidora neoyorquina Margaret Winkler, que consiguió un contrato para la realización de más cortos.
Mudándose a Hollywood junto con su hermano Roy (y después Ub Iwerks) fundaron el Disney Brothers Cartoon Studio en 1923. Las cintas fueron un éxito inesperado bajo el nombre de “Alice Comedies”.
En 1927, el esposo de Wikler, Charles B. Mintz, quien llevaba ya el negocio de distribución, pidió más cortos. Esta vez, fue con una nueva creación de Disney: “Oswald El Conejo Afortunado”.
Ante la buena recepción del personaje, en febrero de 1928, Walt Disney viajó de Los Ángeles a Nueva York, topándose con una desagradable sorpresa: Charles B. Mintz deseaba pagarle menos por cada caricatura.
Y si no aceptaba, ya había contratado a todos sus animadores, quienes producirían los cortos de Oswald, señaló Haghenbeck en la citada muestra que se presenta actualmente en la Galería de la Cineteca Nacional.
Disney no contaba con los derechos del personaje, así que dejó a Mintz y optó por crear uno nuevo que tiempo después llegaría a ser “Mickey Mouse”, un ratón hecho en su viaje de regreso a Hollywood, por sugerencia de su esposa Lillian.
El animador “regresó de Nueva York a Los Ángeles, un poco deprimido, estresado, sin un taller, ni su estudio y durante el trayecto en un tren se le ocurre una nueva caricatura, así que trabaja en las bases, que después se convertiría en el famoso Mickey Mouse”.
Vale la pena mencionar que este ilustrador tenía una historia de amor por México, desde que pisó el territorio en el preámbulo de su exitosa carrera; fue en julio de 1925 cuando visitó la frontera norte de este país por primera vez.
Esto fue durante un viaje familiar realizado con su esposa Lillian Bounds, su hermano Roy y su cuñada Edna; Walt tuvo una conexión más fuerte por esta nación conforme pasaron los años, por su admiración hacia el arte, folclor y la cultura mexicana.
De igual manera, regresó como Embajador de la Buena voluntad por el proyecto Buenos Vecinos del gobierno de Estados Unidos, mientras tanto, junto con un grupo de artistas aprendió acerca de los paisajes, color y la música.
Lo cual después plasmaría en la película “Los tres caballeros” y que después servirían como semilla para varias obras de su vida creativa.
Pero fue en 1938 cuando realizó un gran avance en la cinematografía mundial, que fue el primer largometraje de animación con “Blanca Nieves”, no sólo por el trabajo de la caricatura, sino el estructurar toda una historia, una idea, crear personajes, música, lo que hoy en día ya se tiene asimilado.
Antes de esto, los cortos no duraban más de cinco minutos y dar el salto de un corto a una historia con estructura y profundidad, fue una de las creaciones principales de Disney, lo cual siguió repitiendo en otras obras, algunas hechas con adaptaciones de cuentos icónicos como “Pinocho”, “Dumbo “, “Bambi”, entre otros.
“Era un gran innovador tecnológico, tenía una cámara con la cual podía dar profundidad en las imágenes, para que cuando se hagan paneos, se sientan distintos, lo que hoy se puede hacer con las computadoras, él lo crea con esta cámara multiplanos”, puntualizó el novelista.
Otra de sus grandes aportaciones fue la unión de la voz, música en el video, con su película “Mickey Mouse Steamboat Willie", que revolucionó el concepto de personajes de animación y se volvió en un icono a tal grado que recibió un premio de la liga de las naciones, por ser universal.
En 1934, recibió el premio Oscar por un corto de animación de propaganda llamado “Der fuehrer´s Face”, y posteriormente Disney fue parte del proyecto “Salud para las Américas”, que consistió en una serie de películas de salud, alimentación, control de la malaria, con la ayuda de un congreso con maestros de escuelas, sacerdotes y antropólogos.
Walt Disney visitó la Basílica de Guadalupe en 1942, en donde hace un recorrido, además de que tiene contacto con personalidades como Germán Valdés “Tin Tan”, Pedro Vargas, Diego Rivera, Dolores del Río, Jorge Negrete, entre otros.