Tal vez iniciemos “en línea” el próximo ciclo escolar, anticipa.
Redacción/ HIPTEX
TIJUANA.- “Yo no me siento todavía tranquilo para mandar a los niños y se nos vayan a infectar y vaya a ser una verdadera catástrofe”. “Tal vez iniciemos el ciclo escolar siguiente en línea”, anticipó la mañana de este viernes el gobernador Jaime Bonilla Valdez.
Lo anterior, luego de que el jueves la administración a su cargo anunciara que este ciclo ya no se regresará a clases presenciales en las aulas y a partir del próximo, que inicia el 24 de agosto, la asistencia de los alumnos a la escuela quedará a criterio de los padres.
“La industria sí se va a ir restableciendo. Los niños no van a ir a la escuela”, enfatizó al explicar que por la contingencia de Covid-19 aún no se siente tranquilo como para mandar a los niños a los planteles “y se nos vayan a infectar y vaya a ser una verdadera catástrofe”.
No regresan a la escuela en este ciclo escolar, ayer lo dijimos, enfatizó. Si bien la industria se va a establecer basada en los esenciales y no esenciales, nosotros seguimos en semáforo rojo y eso es lo más importante que tienen que entender.
“Mientras estemos en semáforo rojo muy pocas cosas se van a poder hacer”, expuso Bonilla Valdez.
Señaló que algunas empresas que pueden demostrar que son esenciales y siguen las reglas de salud y de la Secretaría de Economía y del Trabajo pueden operar.
Yo creo que debemos de seguir como vamos, dijo. Sabemos que no es la mejor forma de dar clases, pero tampoco podemos perder los ciclos escolares completamente, seguiremos con esto.
“Tal vez iniciemos el ciclo escolar siguiente en línea”. Así que vamos a empezarnos a acostumbrar a esta nueva realidad que tanto dice el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, con ciertas medidas que no estábamos acostumbrados
El gobernador recordó que después del ataque terrorista del 9-11 en Estados Unidos, cambió la vida de todo el mundo en materia de seguridad.
“Ahora con el ataque de este virus también tenemos que cambiar nuestra manera de convivir”.
En México somos tan querendones que nos encanta el abrazo, el saludo, el contacto físico, las expresiones cariñosas.
Nos cuesta trabajo y nos va a costar mucho trabajo porque, por inercia, se tiende la mano a una persona que se va a saludar, o dar un abrazo a alguien, pero ahora debe ser distinto. (lgs)