La epidemia se ha convertido en un factor importante para la economía del mundo
CIUDAD DE MÉXICO.- En Estados Unidos aún hay cierto escepticismo y dudas sobre el impacto que tendrá el coronavirus en la economía; la reserva es impulsada, predominantemente, por el mercado interno, y en la medida que no se desarrolle una epidemia al interior del país, la misma podría mantenerse sólida y resistente.
La información más reciente refleja una economía bastante robusta. El dato de empleos generados en el país durante enero pasado superó ampliamente los estimados de analistas y registró 225 mil nuevos puestos (vs 165 mil e.), de acuerdo con un informe de Intercam Banco.
La creación de empleos durante enero fue mayor en los sectores de la construcción, cuidado de la salud, transporte y almacenamiento, algo que diversos analistas atribuyen a condiciones climáticas benignas durante el invierno para industrias especialmente sensibles a ello.
Las manufacturas, por su parte, perdieron 12 mil puestos, con 11 mil de ellos en el sector de vehículos de motor y autopartes. La tasa de desempleo se mantuvo prácticamente sin cambios (3.6 por ciento), y los salarios se aceleraron a una tasa de 3.1 por ciento anual, por lo que alcanzaron su nivel más alto desde noviembre, tras una desaceleración persistente desde febrero de 2019.
Además, los datos respaldan la actual postura monetaria del Sistema de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos en el corto plazo, que podrá mantener las tasas de interés en sus niveles actuales, siempre y cuando continúe viéndose un mercado laboral sólido y presiones inflacionarias moderadas.
Los indicadores adelantados ISM mostraron una vuelta a la expansión en el sector manufacturero (50.9 vs 47.8 prev.), la primera expansión en seis meses, con crecimiento generalizado en producción, nuevas órdenes y empleo.
En el sector no-manufacturero, la fortaleza persiste: el índice se aceleró a 55.5 (vs 54.9 prev.) con lecturas mixtas: crecieron la producción (+3.9 a 60.9) y nuevas órdenes (+0.9, 56.2), aunque cayeron el empleo (-1.7, 53.1) y las órdenes de exportación (-0.9, 50.1).
En suma se mantienen las noticias positivas en la mayor expansión de la historia de los Estados Unidos. No obstante, el riesgo de ver un sector manufacturero débil en la primera mitad del año es real, con una menor demanda externa y un alto a la producción en Boeing.
En México la inflación de enero pasado se ubicó en 3.24 por ciento para los últimos 12 meses, lo que significó un rebote desde 2.83 por ciento al cierre de 2019. La inflación subyacente también subió a 3.73 por ciento desde 3.59 por ciento, debido a mayores precios en mercancías, principalmente por el incremento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en algunos productos.
Los expertos creen que la inflación anual continuará aumentando en los próximos meses, por la dinámica de los precios agropecuarios, y esperan que el componente subyacente se mantenga cercano a estos niveles en el corto plazo.
La inflación mensual resultó en 0.48 por ciento, ligeramente por debajo de lo esperado por el mercado, principalmente por menores precios de los energéticos y mayores precios de frutas y verduras.
Especialistas consideran posible incorporar un recorte a la tasa de referencia en la siguiente reunión de política monetaria de Banxico, aunque consideran que seguirá siendo prudente en sus movimientos.
Se publicaron también los indicadores de actividad económica del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), que señalan mejoría en el inicio del año. El indicador manufacturero se ubicó en 48.2 puntos, mayor al esperado por el mercado. La mejoría se debe a una recuperación generalizada del sector.
Por su parte, el indicador no manufacturero registró una mayor fortaleza al ubicarse en 50.3 puntos después de ocho meses consecutivos de estar en terreno de contracción (por debajo de los 50 puntos). En términos generales el reporte fue positivo, con ambos indicadores al alza y por encima de lo esperado.
Consideran que las manufacturas podrían estar reflejando una menor incertidumbre por la ratificación a las modificaciones del T-MEC. La siguiente semana los inversionistas estarán atentos al testimonio del presidente de la FED, Jerome Powell ante el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos, donde estarán atentos a los riesgos que la FED pudiera señalar en su escenario económico y del posible impacto del coronavirus.
También se publicará la inflación anual de Estados Unidos, donde se espera una ligera aceleración de 2.3 por ciento a 2.4 por ciento. Además se espera la revisión del Producto Interno Bruto (PIB) del 4T19 de la Eurozona donde se espera se confirme la cifra de uno por ciento.
En México los mercados estarán atentos a la decisión de Banco de México, donde se ha incorporado por completo un recorte a la tasa de referencia en 25 puntos base para ubicarla en 7.00 por ciento.
Aunque los expertos siguen esperando un ciclo de recortes por parte del organismo, creen que reafirmará su postura de prudencia ante el repunte de la inflación, la todavía elevada inflación subyacente, y los riesgos vigentes.
Dado el entorno, privilegian la inversión en instrumentos de renta fija de mediana duración, fondos de inversión que se mantengan invertidos en papeles gubernamentales y corporativos con buenas calificaciones crediticias.(Notimex)